La repartija

El objetivo del fujicerronismo es capturar otras entidades del Estado para fines subalternos.

La repartija que se ha expresado claramente con la elección del defensor del Pueblo es la punta del iceberg de un acuerdo que tiene una visión de mediano plazo y que busca capturar, bajo los mismos mecanismos, otros organismos públicos, como la JNJ, y el sistema electoral: ONPE, Reniec y obviamente el JNE.

Este acuerdo en el que han participado el cerronismo y el fujimorismo, además de Acción Popular, el partido de César Acuña, y Podemos de Luna Galvez, ya ha funcionado para la captura de la Sunedu y el desmontaje de la reforma educativa, y también para la designación de los miembros del Tribunal Constitucional, que son precisamente quienes le entregaron en bandeja la Defensoría al Congreso. Ni qué decir del Ministerio Público, cuya cabeza, tan cuestionada, de hecho responde a estos intereses subalternos.

Son los congresistas en actitud corporativa en defensa de sus intereses particulares los que afectan a la democracia con sus tomas por asalto de instituciones que son tutelares de la patria y garantía de la vigencia del Estado de derecho.

Y lo hacen desoyendo las recomendaciones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, de la Relatoría de la ONU y de tantas organizaciones internacionales y nacionales que expresan su preocupación por esta instrumentalización de una precaria mayoría legislativa, sin el menor respaldo ciudadano, que captura instituciones que deberían tener un manejo técnico especializado y autónomo.

Se han hecho intentonas de ponerle cortapisas a los órganos del sistema electoral, procurando que sus miembros sean pasibles de juicio político, por ejemplo, para convertirlos en subalternos de sus intereses. Aunque todavía son intentos, este grupo de congresistas que avanza en la captura de las entidades públicas tiene claros sus espurios objetivos y los está cumpliendo.

En la dirección de la Defensoría se ha elegido al exabogado de Vladimir Cerrón Josué Gutiérrez, quien no cumple con ningún criterio de idoneidad y experticia que el cargo requiere. No cuenta con especialización en derechos humanos y su formación académica no registra mayor mérito.

En breve, se estará entregando un puesto que es vital porque es una garantía para los derechos de los ciudadanos a alguien sin otro particular que haber logrado armonizar los intereses de Vladimir Cerrón y Keiko Fujimori. Otra vez, el Congreso de espaldas al país.

La República

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