Opinión

¿Quién encarece el pollo?

"La ministra dice que son influyentes el verano y la escasez de soya (los pollos la comen). Por lo pronto las pollerías se están adelantando, ajustando sus precios de a pocos para no tener que hacerlo de golpe".

El pollo es clave en la dieta nacional. Es la carne versátil e industrial a la que estamos acostumbrados desde hace más de medio siglo. Por ello el pollo también es clave en la inflación alimentaria del país. Ahora que su precio está subiendo se abre la posibilidad de que todos los precios de comida suban, e incluso de que se disparen.

Un aspecto en la estructura de la industria avícola es la coexistencia de muchas empresas muy chicas. Algunas prácticamente artesanales, con unas cuantas muy grandes. Tradicionalmente cuando el precio ha subido las empresas chicas han crecido, y las grandes han tenido que tirar los precios al suelo para eliminar esa competencia.

Ese ajuste de mercado, es decir el retorno del pollo a sus antiguos precios, se anunciaba con avisos del tipo “Su majestad el pollo”. Con eso el ave recuperaba su lugar en la dieta y los principales productores volvían a su preeminencia en ese negocio. Así, este año volvemos a preguntarnos por qué esa carne ha subido.

La respuesta estándar es mencionar la oferta y la demanda, insuficientes pollos para demasiadas ollas. Si los productores arrastran los pies, el precio de las aves va a subir (El pollo destronado). Pero la economía del asunto es más compleja que eso. Los pollos consumen alimento importado, y el dólar no ha hecho sino bajar en estos últimos meses.

Parecía que los problemas inflacionarios iban a golpear de lleno al anterior, pero sus ministros MEF lograron eludirlos. Ahora sí parecen estar a las puertas, como un problema adicional que puede neutralizar parte de la protesta. El precio del pollo es oscilante, pero si sigue al alza va a neutralizar parte de la protesta, o reorientarla.

Por su parte la ministra de Desarrollo Agrario ha reaccionado con cierta agilidad: 17 millones de huevos fértiles serían importados. Lo cual confirma que hay un problema de producción en el aire. El gremio avícola advierte que podría haber problemas de ejecución. Todo sugiere que el precio todavía va a subir antes de bajar.

La ministra dice que son influyentes el verano y la escasez de soya (los pollos la comen). Por lo pronto las pollerías se están adelantando, ajustando sus precios de a pocos para no tener que hacerlo de golpe.