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Elecciones

Manuel Rodríguez Cuadros: “La política exterior debe ser nacional, autónoma, democrática y descentralizada”

Entrevista al Embajador, exministro de Relaciones Exteriores, sobre la política externa que debe implementarse desde el 28 de julio.

Sobre Venezuela. Rodríguez Cuadros considera que Perú debe integrar Grupo de Contacto. Foto: Antonio Melgarejo/La República
Sobre Venezuela. Rodríguez Cuadros considera que Perú debe integrar Grupo de Contacto. Foto: Antonio Melgarejo/La República

El embajador Rodríguez Cuadros da algunas pautas de cómo debe ser la política exterior en el próximo Gobierno. Señala que no debe asustar la renegociación de los TLC, remarcando que Chile lo ha hecho hace algunos meses. Sobre el pedido para que la OEA haga una auditoría, afirma que ya es un tema cerrado.

¿Cómo nos ve la comunidad internacional con las acciones de los aliados de Keiko Fujimori, que hasta viajaron a tocar las puertas de la OEA para pedirle una auditoría por un supuesto fraude en mesa?

Tanto la opinión pública como los gobiernos extranjeros ven la situación del Perú de una manera ambivalente. Por un lado, constatan que las instituciones electorales han funcionado con eficiencia, neutralidad y conducido un proceso que se ajusta a los estándares internacionales de elecciones libres y justas; pero al mismo tiempo ven con preocupación que se haya reproducido en el Perú una tendencia, que empezó con Trump y siguió con el ex primer ministro Netanyahu, en Israel, al negacionismo de un resultado electoral, aduciendo irregularidades inexistentes. América Latina requiere de estabilidad democrática y por eso se observa con mucha preocupación los intentos de desestabilización política de la democracia peruana a partir del imaginario del golpe de Estado.

¿Cabía alguna posibilidad de que el señor Almagro los hubiera recibido?

Ninguna, ni tampoco el asunto de la “auditoría”. La OEA no desarrolla auditorías, y no lo hizo en Bolivia. Allí, a solicitud del entonces presidente Evo Morales, con el consenso de todas las fuerzas políticas que participaron en las elecciones y la autorización del ente electoral, se hizo una evaluación integral de las elecciones, que incluyó auditores para el asunto del conteo. En el caso del Perú, fue una iniciativa más para bloquear la proclamación del Jurado Nacional de Elecciones. La OEA certificó el estándar democrático y la limpieza de las elecciones, por lo que no cabe una revisión. Pedirla fue acusarla de cómplice de una supuesta irregularidad. Eso no va más. Es un asunto que pertenece al pasado.

El JNE espera proclamar al presidente en no más de 15 días. ¿Cómo debería ser nuestra futura política exterior?

Cuando eso ocurra entraremos a otra etapa. Mi opinión personal, y que en parte refleja la intencionalidad del presidente electo por proclamar, por sus declaraciones públicas, es que la política exterior debe ser nacional, autónoma, democrática, popular o social y descentralizada. Nacional porque debe inspirarse no en razones ideológicas, sino en la realidad peruana, en las aspiraciones de la población, en los requerimientos de la lucha contra la pandemia, el cambio social con estabilidad macroeconómica y la disminución de la desigualdad. Debe ser autónoma porque las decisiones se deben tomar independientemente de lo que piensen otros países; democrática, porque debe ser un norte el respeto a los derechos humanos, las libertades individuales, los derechos civiles y los económicos, sociales y ambientales. Como ha dicho el profesor Castillo, se va a representar los intereses de todos los peruanos y preferentemente de las clases medias, los pobres y los emprendedores. Debe ser descentralizada porque gran parte de las relaciones con los países limítrofes tiene que ver con proyectos de desarrollo económico y social que vinculan a las poblaciones de las ciudades fronterizas, y para identificar sus carencias y necesidades es indispensable que participen los gobiernos locales y regionales, quienes deben ser actores de la política exterior articulados con el Gobierno central.

¿Qué expectativas tiene la comunidad internacional en el Gobierno de Castillo con declaraciones en la campaña como revisar los TLC, o que no se importará lo que produzca el país?

Ningún país puede prohibir las importaciones, el problema es su régimen. Todos los países tienen políticas arancelarias que protegen ciertas producciones sensibles, esenciales para su desarrollo económico, y Perú debe tenerla también. Usando los propios instrumentos de los TLC, debe haber un buen equilibrio entre la libre importación y el estímulo para que nuestros productores sean competitivos en los mercados; por ejemplo, hay que tener mucho celo para evitar el dumping. ¿Y por qué no se pueden renegociar algunos TLC? Chile lo ha hecho hace algunos meses con su TLC con China. Pero no se trata de renegociar para restringir el comercio, sino para ampliar las ventajas a otros ámbitos, como las cuestiones de la industria digital o ciertas cuestiones que tienen que ver con las compras estatales, etc.

Hay preocupación por lo que podría pasar con el Grupo de Lima con relación a Maduro y Venezuela...

Perú no ha roto relaciones diplomáticas con el Gobierno de Maduro, y en la región solo lo han hecho Colombia y Paraguay. Chile mantiene relaciones a nivel de encargado de negocios y Perú lo ha reducido al nivel de los consulados. El Grupo de Lima empezó con una visión autónoma del manejo de la situación, pero después fue subsumida por la política de Trump. Ahora el mecanismo de acción internacional para fortalecer el proceso que permita a Venezuela regresar a la democracia es el Grupo de Contacto, integrada por la Unión Europea y países latinoamericanos. Perú debe integrarse e impulsar un diálogo con Estados Unidos para que se una.

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