Shirley Meléndez: corriendo por un sueño
Hace siete años cayó en un pozo de depresión luego de que le amputaran las cuatro extremidades. Shirley Meléndez le dio una oportunidad al deporte y hoy se ha convertido en una de las abanderadas del equipo de paratletismo que competirá, dentro de unos días, en los Juegos Parapanamericanos de Santiago 2023.
Luego de la tragedia que cambió su vida, Shirley Meléndez pasó días, semanas, meses, encerrada en su cuarto, a veces llorando, a veces rezando, preguntándose una y otra vez ¿por qué a mí?
Ocurrió hace siete años. Una bacteria, al parecer contraída en un hospital de Essalud, le provocó una infección generalizada que le necrosó las manos y los pies y obligó a los médicos a amputárselos.
La joven cayó en un pozo de depresión del que parecía imposible salir. Incluso, algunas veces pensó en la muerte. Durante ese período, la vida parecía haberse acabado.
–Hasta que en un momento me planté y dije no –cuenta–. Me puedo pasar años llorando acá y nada va a cambiar. No me van a crecer las manos ni los pies ni nada se va a solucionar. Entonces, cambié la pregunta de ¿por qué me pasó esto a mí? por otra pregunta: ¿para qué me pasó esto a mí?
Un día que estaba de visita en una empresa de prótesis, conoció al paratleta Carlos Felipa, quien le habló de los deportes que podían practicar las personas con discapacidad y del trabajo de la Asociación Nacional Paralímpica del Perú (ANPP).
Era el año 2018. Shirley estaba empezando a probar sus primeras prótesis. El dolor de usarlas era tan intenso que apenas aguantaba unos segundos, mientras su terapeuta la esperaba a un lado con varios pañuelitos para que se secara las lágrimas.
Entonces, conoció a la ANPP y decidió hacer su rehabilitación en las pistas de atletismo.
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Haciendo historia
Comenzó caminando, cada vez más pasos, luego fue trotando, de a pocos, hasta que un día empezó a correr, cada vez a mayor velocidad.
Los Juegos Parapanamericanos de Lima 2019, en los que el Perú obtuvo 15 medallas, fueron una motivación: había que seguir.
El año pasado, Shirley se animó a competir por primera vez. Fue en el Open de Paratletismo Lima 2022. Corrió los 100 y los 200 metros en su categoría, la T62, en la que corren mujeres con las piernas amputadas. Ganó las medallas de oro en las dos competencias.
Lo que más la enorgulleció fue que consiguió su mejor marca en los 100 metros: 16 segundos con 67 centésimas. Cuando comenzó a correr, hacía esa distancia en 30 o 35 segundos. El tiempo había pasado muy rápido y ella no había hecho otra cosa que mejorar.
En abril compitió en un Grand Prix de Paratletismo en México y en setiembre, en un Open en Cali. Ambos eventos, además de sumarle sendas medallas de oro, le ganaron la invitación del Comité Paralímpico Internacional para que participe en los Juegos Parapanamericanos de Santiago, que comenzarán este 17 de noviembre.
–Soy la primera mujer en representar al Perú corriendo con prótesis –dice–. Para mí es un orgullo estar haciendo historia y poder impulsar a aquellas niñas, aquellas adolescentes y aquellas mujeres que tienen una discapacidad a que se animen, que vean que tener una discapacidad no las tiene por qué limitar en su vida y que pueden hacer lo que se propongan.
No solo Shirley está haciendo historia. La participación de toda la delegación peruana es histórica, porque nunca antes había sido tan numerosa: son 89 paratletas los que nos representarán en Santiago, divididos en 15 disciplinas. Y, como dice ella, eso es gracias al trabajo de la Asociación Nacional Paralímpica del Perú y al apoyo de Legado, que les brinda las instalaciones para que entrenen.
–¿Qué le diría a la Shirley de hace seis años? Le diría que el futuro va a ser bonito –dice con dulzura–. Que su mundo no se acabó con lo que le pasó y que siga trabajando con disciplina, con constancia y con mucho amor en esos sueños, porque se van a hacer realidad.