La ministra y el maestro
Tiene suerte la ministra de Cultura, Leslie Urteaga, de que el Congreso haya abandonado su tarea de control político, pues, con lo ocurrido esta semana en su cartera, lo menos que debieron hacer los parlamentarios es citarla para que explique cómo fue que el grupo extremista de ultraderecha, La Resistencia, fue recibido por un viceministro de su sector bajo el supuesto de que se había ejercido discriminación contra ellos. Urteaga afirma que rechaza el accionar violento de La Resistencia y que asume toda la responsabilidad por la visita de estos sujetos al ministerio de Cultura. Pero su manera de asumir su responsabilidad es peculiar. No renuncia, espera que pase el tiempo para que el incidente se olvide y puede llegar todavía en su cargo al discurso de 28 de julio. Hay una pregunta que hacerle a la ministra. Si ella es la que asume la responsabilidad de este vergonzoso hecho, ¿por qué se sacó al viceministro Juan Reátegui de su cargo? Así cualquiera puede decir que se hace responsable, cuando se sanciona a otros, y se lanzan frases huecas y sin valor para las cámaras.
Walter Velásquez
El profesor Walter Velásquez ha realizado innovación educativa desde una alejada comunidad de la provincia de Tayacaja, Huancavelica, superando la falta de recursos y de conexión digital. Fue el creador de Kipi, la robot, en plena pandemia del Covid-19 y consiguió hacer llegar, de manera creativa y entretenida, las clases a sus alumnos. Llevó a Kipi a distintas comunidades a lomo de burro o de las maneras que se pudieran, inoculando el interés por la ciencia y la tecnología en niños de zonas rurales. Acaba de recibir el Premio Esteban Campodónico y el monto lo destinará a potenciar un Museo de las Curiosidades de su comunidad y a repartir kits tecnológicos. Pide que la innovación, la ciencia, la tecnología estén presentes también en zonas alejadas del país.