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Domingo

Liubomir Fernández: "No sé si soy incómodo para el poder, pero no mercadeo para el oficio"

"En Lima cuestionan que no se deben bloquear carreteras. Los comuneros dicen: en tiempos de paz hacemos huelgas y nunca escuchan”, dijo el reportero de La República.

Reportero. “Viendo lo sucedido, pienso que este caso (el del río Ilave) no puede quedar ahí... Hay que seguir investigando”.  Foto: La República
La República

En el 2004 se encontraba desempleado. No sabía cómo empezar en la carrera. Tienes que buscar algo, le exigió su papá. A mí solo me gusta el periodismo, le respondió. Entonces decidió irse hasta Ilave, donde se producían protestas que terminaron con el linchamiento del alcalde de la ciudad. No tenía la menor idea a quién le ofrecería sus informes y fotografías. Pero lo logró. Fue el primer trabajo de uno de los reporteros más aguerridos del país, Liubomir Fernández. El corresponsal de La República en Puno viene siendo amenazado por su cobertura sobre la muerte de seis soldados, el 5 de marzo, en el río Ilave. Conversamos con él y de entrada confiesa que le han puesto ‘cola’.

–Has estado hace unos días en Lima. ¿Te sientes inseguro en Puno?
Estuve aquí, sí, he recibido el respaldo de la dirección del diario La República. También el de gremios y colegas que trabajan en la capital… Bueno, de hecho, tengo amigos militares que me han advertido que me han puesto ‘cola’, es decir, me han puesto alguien que me está marcando…

¿Sientes temor? ¿Lo sienten los colegas que laboran en Puno?

Es normal sentirlo, siempre hay temores. Ahora hasta cuando uno sale de casa se siente temor de que pueda pasar algo. Y crece la posibilidad cuando se investiga temas de narcotráfico, cuando se develan casos de corrupción, cuando se saca a luz hechos que afectan a las personas… Y en el caso del ahogamiento de los soldados también, pues es una información que afecta a la estructura
militar y pone en jaque al gobierno.

Estudiaste periodismo en la Universidad del Altiplano.

Mi madre quería que fuera ingeniero de sistemas. En ese entonces estaban apareciendo las computadoras y la internet en el país. Mi padre siempre quería que fuese lo que yo quisiera, pero que siempre trate de ser el mejor…

Y entonces, ¿por qué el periodismo?

Porque crecí con los medios de comunicación. Mi padre, profesor ya jubilado, mi madre jubilada también de la universidad de Puno. Mi padre toda su vida ha sido lector. Preparaba sus clases muy temprano y yo despertaba con RPP Noticias. Yo decía: quisiera estar con micro, ser periodista…Sí, el periodismo es por la influencia de mi padre, por ser un decidido lector de periódicos y libros.

Y hoy has llegado a ser un personaje incómodo para el poder.

No sé si incómodo para el poder, pero me siento un personaje que no mercadea el oficio. Y por lo tanto, si tengo que evidenciar algo que no es, lo hago. Lo que incomoda es que en provincias haya un periodista incisivo, fregado, porque más me dedico a desarrollar la investigación.

Tienes trabajos claves con La República.

Con La República hemos sido el primer medio que evidenció que el excongresista fujimorista Moisés Mamani no tenía estudios de primaria ni secundaria. Hemos realizado el primer reportaje que informó cómo menores de edad eran utilizadas para trabajar de damas de compañías en La Rinconada. También hemos sido el primer medio que ha puesto en evidencia como policías, en vez
de ir a hacer operativos, terminaban en arranche de drogas o robo de dinero en Tambillo.

Recuerdo que Pedro Pablo Kuczynski, cuando era candidato, te insultó.

Sí. Le pregunté a PPK si decía que tanto amaba al Perú, ¿por qué ese amor no lo demostraba planteando que sus ciudadanos gocen de sus recursos? Y PPK se molestó y me insultó de ignorante… En su momento me afectó, pero entendí que venía de alguien acostumbrado a que lo aplaudan.

Y hay un video que recorre las redes en que un oficial de la PNP te golpea.

Ocurrió el 26 de noviembre de 2021. Un señor que dice ser dueño de más de doce mil metros cuadrados, que es el campo de juego del Politécnico Huáscar. Luego de indagaciones, determinamos que ese era un bien de dominio público. Reclutó venezolanos armados y fueron a tomar posesión del terreno. Yo cuestioné al mayor PNP presente, le dije cómo era posible que delante de él extranjeros
atacaban a connacionales. Yo transmitía en vivo y en directo. Y a este mayor Claudio Osorio Julca no le gustó que le cuestione y me agarró a golpes, en el suelo… Bueno, eso hacemos en el periodismo. Creo que cuando haces ese trabajo, limpio, sin mercadearlo, eres un peligro. No olvidemos que a Hildebrandt lo quisieron matar con el Plan Bermuda en el gobierno de Fujimori. No olvidemos lo que le hicieron a Gustavo Mohme padre. No olvidemos lo que pasa con periodistas que no se doblegan ante al narcotráfico en México.

Estuviste cuando ocurrió el caso de los seis soldados ahogados en el río Ilave. Hoy, pasados algunos días, ¿qué reflexiones te suscita?

Me quedo con una frase que escuché en la ciudad de Juli en el entierro de dos víctimas. Una señora, amiga o familiar de uno de los soldados, Quispe Montalico, me dijo: “Liubomir, si tú no hubieras estado acá, el Estado nos hubiera convertido en asesinos. Ahorita seríamos mal vistos y denigrados, Dios ha querido que estés ahí, has salvado el honor de los aimaras”. Le agradecí su opinión… Viendo de lejos lo sucedido, pienso de que este caso no puede quedar ahí.

¿Se debe seguir investigando el caso?

El periodismo tiene la enorme responsabilidad de seguir investigando. Recordemos que es el periodismo el que ha evidenciado varios casos de corrupción y no la investigación procesal o fiscal. Me refiero a casos como Lava Juez, Lava Jato, asesinatos en La Cantuta y los estudiantes de Barrios Altos… Uceda, Cruz, Páez y varios no creyeron que solo era un hecho que pasó. Hay que seguir aportando más evidencias. En ese camino vamos.

¿Por qué se busca tergiversar lo sucedido?

Mira, recuerdo cuando La República y Liberación denunciaron la existencia del grupo Colina. El comando conjunto de las FFAA, De Bari y otros, negaron a Colina a los cuatro vientos. Una representante del fujimorismo dijo que era un autosecuestro para culpar a las FFAA. ¿Por qué lo hacían? Porque no querían responsabilidades. En este caso pasa lo mismo. Son seis muertos, y si van a tener que hacer algo para negarlo, no tengo la menor duda de que lo van a hacer. Ya han usado videos que no corresponden a cuando ingresaron al agua para decir que los aimaras los apedrearon.

¿A ti te han contado los soldados que los obligaron a contar una historia que no fue?

Bueno, los soldados le informaron a sus padres que hay presuntos ofrecimientos de ayudarlos a ingresar a la policía, siempre que apoyen su narrativa. Nosotros vamos a seguir informando.

¿Por qué los aimaras te dejan reportear a ti y no a otros reporteros? ¿Es importante tu procedencia puneña?

No es solo la procedencia, hay una especie de confianza, en el sentido que hemos desarrollado el oficio con honestidad. He reporteado zonas de minería ilegal, narcotráfico, trata de personas, he cubierto parte de lo que ha ocurrido en el 2004 que terminó con la muerte del exalcalde de Ilave. Y no solo he cubierto protestas, he hecho reportajes sobre el chuño, el trueque en Ilave, he viajado a comunidades en Juliaca, Laraqueri, Áncora… He sido el primero en viajar a zonas de selva donde se producen los mejores cafés del mundo, los quesos en Melgar… Es importante que sea de Puno, sí. Hay un enorme prejuicio con colegas de Lima, de los principales medios, porque entienden que informan en la perspectiva del libre mercado…

Con una mirada muy centralista.

Y cuestionan sin entender el contexto, el fondo de las cosas. Por ejemplo, en Lima cuestionan que no deben bloquear carreteras. Entonces dicen: ‘en tiempos de paz cuántas huelgas hemos hecho y nunca nos escucharon, no existimos para ellos, esos medios no le dan valor a nuestro descontento, si tomamos la carretera sí nos hacen caso’.

Los troles te acusan de ser admirador de Evo Morales, te terruquean…

Bueno, también me gustaría que pongan mis mensajes de apoyo a Pepe Mujica. O cuando asumió el presidente Boric. También rescato en mis comentarios frases de Conversación en La Catedral de Vargas Llosa, de eso no dicen nada…

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¿En Puno hay influencia de Morales?

Diría que no hay influencia, sino que ven con buenos ojos algunos cambios. La gente del Altiplano dice: ‘¿Oye, por qué puede haber un gobierno como el de Morales que ha permitido a sus ciudadanos tener gas?’. La gente dice: ‘¿oye, por qué puede haber un teleférico no solo con fines turísticos, sino también para transporte?’. Y dice: ‘¿oye, en tantos años de milagro económico, por qué no podemos tener un tren de alta velocidad para conectar Puno-Arequipa, Puno-Cusco, Puno-Lima?, ¿por qué Bolivia sí?… Aparte de eso,
a Morales en Puno le tienen consideración por el desarrollo aimara, indigenista, porque hay revaloración de la identidad. Además, Morales venía a Puno antes que fuera presidente con su banda de músicos a tocar en la Candelaria y lo conocen pues hacía trabajo con campesinos desde antes.

¿Crees que desde Lima no se conoce el sentir de Puno y otras regiones?

Es que hay un centralismo en todo sentido. En Lima dicen ‘estoy viajando a esa región’, ‘estoy viajando al interior del país’, ‘estoy viajando a la sierra’… Pero si somos un solo país. ¿Por qué esos miramientos? ¿Por qué tanta distancia, tantas diferencias? Valgan verdades, no estamos del todo integrados. Para viajar entre Puno y Lima tenemos alrededor de 1.300 km y en Europa puedes tomar un tren en la mañana y en dos o tres horas estás en otro punto con esa misma distancia. ¿Por qué no damos esos grandes pasos sin pensar en comunismo ni extremo capitalismo? ¿Por qué no hay políticas públicas para tener mejores accesos a calidad de educación, de transporte, sin que eso signifique procesos dolorosos?

Finalmente, ¿ves el panorama sombrío para Puno y el Perú en general?

Creo que en Puno la ciudadanía se va a seguir movilizando, quizás no con la misma intensidad, pero lo van a seguir haciendo. Después de tres meses de huelga indefinida quizás hay cansancio. Pero no van a parar.