Domingo

Alberto Adrianzén: “Lo que estamos viendo es el desplome de un estado y sociedad”

Precisión. “Castillo es golpista y debe tener sanción. Un hombre de izquierda debe zanjar con el que acepta el golpismo”, sostiene el analista político.

El analista político Alberto Adrianzén nos comenta sobre el rol de la izquierda en esta grave crisis. Militante de este sector durante décadas, estima que los actuales grupos no han logrado “romper con nosotros”, no han logrado una izquierda distinta. Opina además que se debe fijar fecha de nuevas elecciones, “no hacerlo es irresponsable y hasta criminal”, que es importante antes de eso un pacto político y habla de otro tema muy importante: revalorar la democracia.

Hay una izquierda desconcertada, fuera de juego, fuera de foco, desconectada ante todo lo sucedido, ¿cómo lo ve?

Creo que no solo la izquierda o una parte de ella está desconcertada, sino también la derecha y una amplia parte del país. Se vive una gran confusión en estos momentos. Hay una violencia desconocida, una reacción que nadie esperaba. El desconcierto no es solo de izquierdas, sino también de las derechas, de los intelectuales, de los políticos, es un momento crucial.

¿Esperaba una reacción tan fuerte, tan indignada?

De ese volumen y tan radical, creo que no. Pero es bueno recordar el antecedente unos días antes, en Huanta, donde incendian una comisaría porque matan a un chico y la justicia deja libre al implicado, queman la Fiscalía, el Poder Judicial… Me parece que no nos damos cuenta que hace tiempo el país vive en estado de violencia permanente, ya sea por los rezagos de los 80, pero también por la violencia delincuencial, que crece en forma agigantada, y también por las zonas cocaleras, de minería ilegal, de tala de bosques, de la delincuencia común. Creo que la violencia estaba a flor de piel y no la hemos visto.

El pasado 7 de diciembre, Pedro Castillo anunció el cierre del Congreso. Ese mismo día fue destituido por intentar un golpe de Estado. Foto: captura de TV Perú

El pasado 7 de diciembre, Pedro Castillo anunció el cierre del Congreso. Ese mismo día fue destituido por intentar un golpe de Estado. Foto: captura de TV Perú

Siempre se dice que la derecha está desconectada del país y las regiones, pero a la izquierda, ¿qué le pasó?

Estamos frente a una crisis histórica, que compromete a izquierda y derecha. Y en el caso particular de la izquierda creo, además, que incluye un problema. Sinesio López, ese gran intelectual, señala que así como Castilla nos liberó de la esclavitud, Velasco nos liberó de la servidumbre. Y el problema por tanto que no pudo resolver el poder ni la sociedad es cómo se incluye y cómo se convierte en ciudadanos a esa masa de hombres y mujeres que son liberadas de formas precapitalistas, de una sociedad oligárquica que Velasco líquida. Y de los 80 en adelante ha habido elementos que han impedido eso, llámese Sendero, llámese la crisis de la economía, llámese la crisis de los partidos a fines de los 80 con el triunfo de Belmont en Lima…

Llámese el fujimorismo.

A eso voy… Quien busca una salida a ese problema es el fujimorismo. Es decir, una salida a la derecha, a un golpe de Estado, crea una nueva Constitución, contraria a la del 79 e incluye a este contingente social que había sido liberado por Velasco a la informalidad... Esa masa de gente ha tenido efectos políticos. Y tenemos ahora que esa presencia masiva de lo plebeyo no tiene otra cosa que ofrecer que su profunda bronca con las élites o con el Estado. Y en ese vacío de dirección es que crecen propuestas como la de Castillo o de Cerrón, de Perú Libre.

Castillo es parte de esa informalidad.

Pedro Castillo es hijo de un arrendire en Cajamarca... Lo que planteo es que el tema de la inclusión no fue atendido por el poder y el Estado. Por tanto, lo que estamos viendo es el desplome de un Estado y también de una sociedad. Un desplome que se produce, en mi opinión, por una decadencia de la sociedad peruana y del poder político, por no poder transformar el país y autotransformarse. Entonces, claro, la gente está harta. No encuentra otra salida que -como se diría en el argot de la izquierda- incendiar la pradera.

Hay un sector de la izquierda que respalda a Castillo y dice que no hizo un golpe.

Hay momentos en que la historia plantea determinados dilemas, en particular a la izquierda. Por ejemplo, el año 80 le planteó un debate interno, nadie podía evadir tomar postura ante un hecho tan contundente como el de la violencia y SL. Hoy, tenemos el tema de la democracia. Es decir, si es que la izquierda pone la democracia como rumbo al gobierno. Creo que eso hoy divide a la izquierda. Y creo que Cerrón y su gente, muchos de ellos, son unos puchistas, unos golpistas

Otros buscan sacar cuerpo de Castillo.

Se deben entender que estamos en un ciclo democrático, que la izquierda -hay que aceptarlo- está en crisis, que la ideología que sostenía y pensaba esa izquierda está en crisis, que tienen que repensar todo lo que ha pasado en la historia y por tanto reubicarse en otro mundo que ya no es el de los 60, 70, 80... Y este último hecho, esta protesta multitudinaria, el “cierre del Congreso”, “que se vayan los políticos”, no tiene signo ideológico, eso puede ser asumido por un tipo de derecha fascista como por un tipo de izquierdas.

Pero sí hay una izquierda provinciana que ve con distancia a una izquierda limeña.

Sí, siempre ha existido eso. Y la izquierda nunca ha querido debatir ese tema. El peso de Lima en las izquierdas ha sido muy importante. Incluso los partidos de izquierda se dividían en Lima y después arrastraban a las provincias. Y lo que quiero decir es que, aceptando eso, lo que le falta a la izquierda son liderazgos e ideas y sobre todo una clara conciencia democrática. Castillo ganó por azar. Y por tanto debió entender que requería otra forma de hacer política y no como comenzó, con Bellido de primer ministro, y se fue aislando, y le dio espacio a una intelectualidad de provincias, que finalmente demostró que tenía dificultades para manejar el Estado.

¿El sector de Verónika Mendoza no debió aceptar cogobernar con Castillo?

Creo que estuvo bien, pero finalmente quien rechazó la colaboración fueron Castillo y Cerrón, que -aunque no soy quién para echar culpas- son parte de los que han hecho daño no solo en el tema de la corrupción sino en el mal gobierno. Y me parece que eso no está en el radar ni la aceptación no solo de gente como Cerrón o Castillo sino en otros grupos de izquierda, que de forma irreflexiva comienzan a demandar que regrese Castillo a la presidencia cuando es el autor principal de un golpe de Estado.

¿Es un golpista?

Sí, y como golpista debe tener una sanción. Y un hombre de izquierda, que busca avanzar con la democracia, no sin la democracia, debe zanjar rápidamente con una postura que acepta el golpismo como una forma de llegar al poder.

Hoy hay figuras de izquierda que solo aparecen en tuits. No hay liderazgos visibles.

Creo que la izquierda está en confusión. La izquierda no ha logrado otra izquierda distinta a la nuestra, no ha logrado ser un grupo que rompe con nosotros y funda una nueva tradición de izquierda, donde incorpora estos elementos de la democracia… La democracia tiene que ser revalorada y discutida para no caer en una postura liberal de la democracia.

¿Qué más le preocupa de la izquierda?

Que la izquierda está apresurada por nuevas elecciones. Mucha gente lo hace por buscar mejor ubicación política. Ejemplo, Cerrón, que de forma irresponsable no quiere discutir una transición que suponga un pacto político y reformas políticoeconómicas... Aquí recuerdo que antes de morir Paniagua me dijo: nos hemos equivocado, hemos debido quedar más tiempo en el gobierno. En el fondo lo que decía es que la transición del 2000 requería una salida que implicaba, por ejemplo, una Asamblea Constituyente, un nuevo orden social, económico, un nuevo pacto que es la Constitución. Esas cosas no se hicieron. Ni en los gobiernos de Toledo, García, Humala, PPK. Es una transición que tiene que completarse.

Nuevas elecciones también son un peligro. Nuevo Perú no logra inscribirse. Y ya vimos en recientes comicios que la izquierda quedó entre Perú Libre y JP de Roberto Sánchez.

Creo que es necesario mayor participación de partidos nuevos. Puede ser Nuevo Perú, el que sea, que compitan… El problema no está en que haya muchos partidos. Lo que se tiene que resolver es una reformulación de la relación entre los partidos y el Congreso. No puedes tener un Congreso que tiene 13 bancadas. Hay temas centrales y requieren ser discutidos antes de las elecciones porque si no vamos a elegir los malos de siempre y darle más espacio al azar. Por eso el adelanto de elecciones debe ir con un pacto de los partidos.

La derecha no cederá en las reformas.

Entonces la derecha cargará con la culpa de todo esto. Y también los que no las quieren en la izquierda, porque se requiere hacerlas... Me parece que la responsabilidad de la izquierda es darle sentido y dirección a la gente que protesta.

En la izquierda pesa el antifujimorismo.

Es otro problema, los antis. No se puede hacer política con los antis. El antiaprismo y el anticomunismo organizó la política en el siglo pasado. Fue lo que impidió el pacto en favor de una derecha extremadamente reaccionaria. Y hoy día tenemos el antifujimorismo y el anticomunismo, a través del terruqueo, y no salimos de esa lógica. Se debe ganar en las elecciones y en el debate público y político. Por eso debe haber un pacto político.

Es una urgencia.

Sí, porque estamos ante la crisis de un ciclo muy largo, que debe terminar en un cambio histórico del país. No podemos terminar poniendo parches. Porque sino se repetirá la crisis. Estamos obligados a pactar y pensar en la reforma y discutir la fecha de las elecciones de manera realista.

Aún no hay acuerdo, difícil que lo haya.

Y hoy (viernes) la crisis ha asumido un rumbo más incierto. No solo porque el número de muertos va creciendo, ya suman más de 20 compatriotas, y porque sigue muy fuerte la movilización en regiones y se suman pronunciamientos demandando además la renuncia de la presidenta, lo que permitiría la ascensión de Williams a la presidencia, sino también por la falta de acuerdo en el Congreso en la fecha de esas nuevas elecciones. Prolongar esta decisión es irresponsable y hasta criminal.