Aracely Quispe Neira: cielo sin límites
Es la ingeniera líder en vuelos y operaciones al espacio de la NASA y una de las principales responsables del lanzamiento y despliegue del supertelescopio James Webb en el espacio. Esta semana llegó al Perú para contar su experiencia de vida.
Cuando era apenas una niña, en su natal centro poblado de Marripón, en Motupe, Lambayeque, Aracely gustaba de mirar la luna y el brillo de las estrellas. “Yo pensaba cómo estarán formadas. Y también cómo llegar ahí. Era una incógnita para mí”, recuerda esta mañana, tantos años después. Sobre la solapa de su saco un prendedor se destaca: es un circulo azul, atravesado por líneas rojas y la palabra NASA.
Aracely Quispe Neira llegó a la legendaria agencia espacial estadounidense hace 13 años y desde entonces ha sido la primera latinoamericana en comandar tres exitosas misiones: la de medición de las lluvias tropicales vía el satélite TRMM, el Orbitador de Reconocimiento Lunar (LRO) y el lanzamiento y despliegue del Telescopio Espacial James Webb, la misión más ambiciosa de los últimos tiempos.
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“He trabajado en el proyecto del telescopio hace seis años, durante toda la etapa del prelanzamiento. El lanzamiento tuvo lugar el 25 de diciembre de 2021, trabajamos incluso en la Nochebuena. Durante el lanzamiento he sido la líder en vuelo y operaciones al espacio, en el que yo daba la última orden de los comandos o códigos que llegaban al observatorio”, explica.
Aracely, nuestra compatriota, lideraba un equipo formado por una docena de ingenieros de sistemas terrestres e ingenieros de comando que enviaban los códigos para que el telescopio funcione como establecían los protocolos. También cumplió la función de intermediaria entre los diferentes equipos de trabajo. Si había una alerta o un problema de funcionamiento, ella informaba a las áreas correspondientes para que vieran una solución. Luego volvían con ella para ejecutar el plan de trabajo y mejorar las prestaciones del James Webb.
“Mi equipo cuida la salud y la seguridad del telescopio espacial”, dice coloquialmente.
Cuenta que el día que el instrumento más avanzado de observación espacial envió sus primeras imágenes, se emocionó hasta las lágrimas. Estaba en el Goddard Space Fligth Center de la NASA, en Maryland. Era la culminación de un trabajo que en los últimos 6 meses había ocupado todo su tiempo y la confirmación de que el James Webb funcionaba como debía. Esa primera imagen de un plano del espacio, con miles de puntos brillantes, era una maravilla. Un mapa estelar hermoso y detallado.
“Sigo vinculada con el proyecto. Ahora empieza lo mejor. Lo que hemos visto son las primeras capturas, pero hay para más. El telescopio tiene un tiempo de vida de 10 años y vienen cosas mucho más impresionantes”, explica.
Aracely se emociona cuando explica que el James Webb tiene como meta hacer un estudio exhaustivo de todo el universo. “¿Qué hallazgos podrá encontrar?”, se pregunta. Y responde: “Por ejemplo, exoplanetas no contemplados en nuestro sistema solar. Estrellas, galaxias, muchas cosas nuevas. El (telescopio) Hubble ha hecho grandes hallazgos, y este viene con una ambición más grande”, comenta.
Hoy el telescopio James Webb está en el área espacial Lagrange 2 y desde ahí, a través de tecnología de rayos infrarrojos, podrá alcanzar los objetos más alejados y antes invisibles. Intenta capturar imágenes de la formación del universo, del big bang y mostrar lo que hubo en el pasado. Alguna de las imágenes conseguidas se remontan a 2 mil años luz atrás. Es como una máquina del tiempo que nos ayudará a conocer los orígenes del universo.
“Recién empieza la exploración científica del telescopio y nos sorprenderá a todos”, dice Aracely con la seguridad de quien sabe.
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Testimonio inspirador
Aracely Quispe Neira, nacida en Lambayeque en 1982, nunca tuvo las cosas fáciles y debió esforzarse mucho para lograr sus objetivos. “No nací en cuna de oro, soy de familia humilde, carecí de muchas cosas, estudié en una escuela rural, incluso no tuve el apoyo paterno, pero fui una niña feliz con el apoyo de mi madre y mis abuelos. Siempre soñé en grande”, dice.
El interés que sentía por el espacio cada vez que miraba el cielo, se vio reforzado cuando un día vio las imágenes de la llegada del hombre a la luna. Al astronauta Neil Armstrong caminando sobre la superficie lunar y diciendo sus ya famosas palabras. Esa niña se dijo: “Guau, qué increíble cómo los humanos hemos podido lograr eso”. Y nunca ha dejado de creer en eso: en que los seres humanos pueden lograr grandes cosas, que todos estamos dotados, quizá no de los mismos talentos, pero sí de cualidades para crecer y lograr nuestros objetivos.
Por eso Aracely ha hecho de la educación uno de sus pilares y ahora es una conferencista que viaja por el mundo hablando del cambio que puede hacer la educación, la innovación, la investigación en ciencia. Ella estudió en el Perú ingeniería de sistemas y complementó su educación en Estados Unidos. Estudió ingeniería tecnológica espacial, ingeniería astronáutica y una maestría en esta misma carrera. Por esas épocas ingresó a la NASA y luego hizo una maestría en Inteligencia Geoespacial. También tiene un doctorado en ciencias.
“Todo eso me permitió la oportunidad de crecer en mi carrera y que confíen en mis talen- tos. Mi educación ha ayudado”, afirma.
Con una sólida formación científica, Aracely creó hace unos años su fundación AQN Internacional (son sus iniciales), con la que quiere traer un mensaje de motivación a niños y jóvenes para decirles que sueñen en grande, porque los sueños pueden cumplirse. También los impulsa a que sigan carreras STEN (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas).
“Hay que romper paradigmas negativos del ‘no puedo’. En las conferencias que he dado en el Perú y Latinoamérica siempre digo que hay que romper los estereotipos que cargamos de decirle, por ejemplo, a una niña que no puede incursionar en ingeniería o ciencias porque es para varones. Hay que reducir la brecha y trabajar en la igualdad de género”, precisa.
Aracely ha venido al Perú porque se siente 100% peruana aunque no viva aquí. Quiere inspirar el interés por la ciencia a los jóvenes, contando sus logros, su historia de vida. Esa gran historia que empezó el día que siendo una niña se detuvo a mirar el cielo, la luna, las estrellas.
Homenaje en el senado
El 22 de julio Aracely Quispe Neira fue reconocida en el Senado norteamericano por su trayectoria. También ha recibido otros reconocimientos: premio “Mujer excelencia y logro del año 2020 en desarrollo sostenible”. Premio “Líder gladiador latino” por su aporte como líder latino influyente (2020). La NASA la ha reconocido como una “profesional que realiza una labor increíble inspirando a los jóvenes en perseguir carreras STEM”.