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Domingo

El peligro de contar la guerra

La guerra en Ucrania ha dejado hasta ahora cinco periodistas muertos y al menos 35 heridos. Desde la bombardeada Kíev, el fotoperiodista Rodrigo Abd habla en exclusiva de los riesgos que atraviesan los reporteros para contarle al mundo el dolor de la guerra.

Camarógrafo Pierre Zakrzewski, en primer plano, y parte del equipo de Fox News. Murió el lunes 14 de marzo. Foto: agencias
Camarógrafo Pierre Zakrzewski, en primer plano, y parte del equipo de Fox News. Murió el lunes 14 de marzo. Foto: agencias

La destrucción era muy grande”. Es viernes 18, ha sido el primer día de Rodrigo Abd (45) en Kíev y, como era de esperar, está impresionado.

Por la mañana, el fotoperiodista argentino, quien radicó durante varios años en Lima, acudió con su equipo a una zona residencial que había sido bombardeada sin piedad por los rusos.

“Una bomba enorme había dejado un cráter, murieron algunas personas, no informaron cuántas, y la verdad que la destrucción era muy grande. Era un complejo de edificios”, dice.

Rodrigo logró entrar a un jardín de infantes. Allí estaban las camitas de los pequeños, al lado de un gran ventanal que había sido destruido por las explosiones. En otras habitaciones se veía los juguetes de estimulación debajo de los escombros. Afuera de los edificios, una mujer con herramientas en mano dejaba caer las lágrimas antes de ponerse a limpiar los daños que había dejado el bombardeo. Otras personas se disponían a hacer lo mismo. –La ciudad ha quedado casi vacía, pero todavía vive gente y es muy peligroso.

Rodrigo y su equipo dieron varias vueltas por la Plaza Maidan, epicentro de las protestas de 2014. Dice que toda la ciudad estaba llena de retenes. Policías, militares, voluntarios civiles. –Estaba muy silenciosa. Me recordó la Lima de las primeras semanas de la cuarentena – dice. Por ratos, cuando habla se escucha el sonido de los convoyes militares. Aunque para el momento de nuestra charla ya está guarecido en la comodidad de su hotel, en el centro de Kíev, esos ruidos de la realidad que se cuelan por la ventana nos recuerdan que, después de todo, está en una zona de guerra.

Y cada vez que sale a la calle con las cámaras al hombro, su vida está en riesgo.

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“Los están matando”

Rodrigo Abd, enviado especial de la agencia Associated Press, es uno de los centenares de periodistas que en estas tres semanas han entrado en Ucrania para cubrir la guerra.

Él, que ha estado en Afganistán, Libia y Siria –la cobertura de la guerra civil siria hecha por su equipo ganó el Pulitzer 2013–, dice que nunca vio tantos colegas cubriendo un conflicto.

Fotoperiodista Rodrigo Abd en Libia, en 2011. Foto: agencias

Fotoperiodista Rodrigo Abd en Libia, en 2011. Foto: agencias

No es esta una guerra como las anteriores, dice. Se enfrentan dos ejércitos poderosos, fuertemente armados, sobre todo el ruso. En escenarios como este el riesgo siempre está presente. Sobre todo en los primeros días. Luego, dice, es como si todo se fuera acomodando.

El riesgo, sin embargo, continúa latente pasadas tres semanas desde la invasión. En lo que va de la guerra han muerto ya cinco periodistas. Y hay al menos 35 heridos, según reportó Lyudmyla Denisova, comisionada de derechos humanos del parlamento ucraniano. “Están matando y disparándoles a los periodistas”, dijo. “Muchos han sido deliberadamente heridos por las fuerzas rusas”.

El primero en caer fue el ucraniano Yevhenii Skaum, camarógrafo de un canal de televisión local, quien murió cuando la torre de transmisión de televisión de Kíev fue bombardeada, el 2 de marzo. Cinco días después, su compatriota Viktor Dudar fue abatido en combates cerca de la ciudad portuaria sureña de Mykolaiv.

El primer reportero extranjero en morir fue el norteamericano Brent Renaud (50). Había llegado a Ucrania junto a su colega Juan Arredondo para producir un documental sobre la crisis global de refugiados para la revista Time. El domingo 13 acababan de pasar un puesto de control en la ciudad de Irpin cuando su vehículo fue atacado a balazos. Los proyectiles perforaron su cuello. Arredondo quedó herido.

Documentalista Brent Renaud. Cayó abatido en la ciudad de Irpin. Foto: agencias

Documentalista Brent Renaud. Cayó abatido en la ciudad de Irpin. Foto: agencias

Al día siguiente, cayeron otros dos periodistas: el camarógrafo irlandés Pierre Zakrzewski, de 55 años, y la productora ucraniana Oleksandra Kuvshinova, de 24. Ellos, junto con el reportero Benjamin Hall, integraban un equipo de Fox News que quedó atrapado bajo el fuego de artillería de tropas rusas en la localidad de Horenka, en las afueras de Kíev.

“Pierre fue un fotógrafo de zonas de guerra que cubrió casi todos los eventos internacionales para Fox News desde Irak hasta Afganistán y Siria durante su larga permanencia con nosotros”, dijo la directora ejecutiva de Fox News, Suzanne Scott. Agregó que aquel fue un “día desgarrador” para toda la organización.

Reporteros Sin Fronteras ha reportado al menos 19 ataques a periodistas y medios de comunicación desde que comenzó la invasión. Además de las muertes, han registrado episodios que no resultaron letales, pero que sí dejaron consecuencias, como los bombardeos a las torres de televisión en localidades como Vinnytsia, Vynarivka, Rivne y Bilopillya.

En uno de ellos, el 8 de marzo, soldados rusos asaltaron la torre de televisión de la ciudad de Berdiansk y mantuvieron como rehenes a unos 50 periodistas durante más de cinco horas, sometiéndolos a violencia física por negarse a emitir propaganda del Kremlin, según declaró un testigo a Reporteros Sin Fronteras.

En los últimos días los ataques se han intensifi cado en la ciudad de Kíev. Foto: AFP

En los últimos días los ataques se han intensifi cado en la ciudad de Kíev. Foto: AFP

Levantar la mano

Para Rodrigo Abd, las muertes de Renaud y de parte del equipo de Fox News conmovieron fuertemente a los enviados especiales.

“Ha sido muy doloroso para todos los colegas. Cuando pasan estas cosas todos pensamos que nos podría haber pasado a cualquiera de nosotros, porque en ese mismo lugar estuvieron o pasaron otros 40 periodistas”, dice.

El fotoperiodista recuerda que por la época en la que llegó a Siria, en 2012, mataron a dos periodistas, una de ellas la legendaria reportera británica Marie Colvin. Y que, cuando estuvo en Libia, cayeron abatidos los fotógrafos Tim Hetherington y Chris Hondros.

“Por un lado, sentimos que es un ataque a todo el gremio, pero también es el riesgo que cada uno de nosotros asumimos cuando levantamos la mano para ir a estos lugares”.

Hacía diez años que Abd no viajaba a cubrir conflictos bélicos. Esta vez, fue uno de los que levantaron la mano para ir a Ucrania. Cuando le preguntamos qué mueve a un reportero a desplazarse a estos lugares, su respuesta es simple.

“Lo que nos mueve a estar en cualquier otro lado: contar lo que vemos con nuestros ojos, el dolor de la gente, el drama de un país, con la mayor honestidad, para que el mundo lo vea”.