El rey de Melbourne [CRÓNICA]
Indomable. Novak Djokovic consigue por octava vez el Abierto de Australia tras vencer en la final a un combativo Dominic Thiem y vuelve a ser el número 1 de la ATP. El serbio ya tiene 17 títulos de Grand Slam.
Hay lugares que siempre tendrán un significado especial. Que parecerá tu casa aunque no lo sea, que te trasladará a los momentos más felices. La Rod Laver Arena ha sido testigo de muchas gestas épicas, de grandes jugadores, de partidos memorables pero también será recordado como el lugar de consagración de Novak Djokovic. Su torneo fetiche, al que siempre llega como favorito porque es el verdadero rey de Australia.
Si Rafael Nadal domina en la arcilla del Roland Garros y Roger Federer en la hierba de Wimbledon, ‘Nole’ ya es dueño del cemento del Abierto de Australia, el primer Grand Slam de la temporada que siempre lo encuentra sincronizado con su mejor tenis. El serbio llegaba encaminado a lo que parecía inminente para todos, menos para Dominic Thiem, este austriaco que ha tenido una evolución voraz con su técnico Nicolás Massú, le ha sumado confianza y actitud a sus cualidades técnicas. Fue tan bueno su juego que incluso ganó dos sets consecutivos para meterle miedo a Djokovic, que veía algunos fantasmas y se peleaba con el juez de la frustración.“Te has hecho famoso por pitarme lo que me has pitado, sobre todo en el segundo saque. Bien hecho”, le dijo luego de tocarle el pie mientras pasaba a su silla tras ser sancionado por demorarse mucho en un saque. También le ayudó la fisioterapeuta y se tomó una pastilla.
Indomable. Novak Djokovic consigue por octava vez el Abierto de Australia tras vencer en la final a un combativo Dominic Thiem y vuelve a ser el número 1 de la ATP. El serbio ya tiene 17 títulos de Grand Slam.
Entonces recordó que es Djokovic, que su servicio es la llave para abrir lugares escondidos, que esa cancha es su suya. Que hace lo que el resto no puede: se desliza como si fuera arcilla, inventa golpes improbables y encuentra en el público la gasolina necesaria. El heroísmo también es poder remontar en la adversidad. Thiem, con una mentalidad de hierro, le pegaba a las pelotas como si de ello dependiera su vida. Pero ni eso bastaba.
El austriaco sigue frustrado por no poder conseguir su primer ‘Major’, ya esquivo dos veces en el Roland Garros ante el incombustible Nadal y ahora en Australia con un Djokovic que acaba ganando 6-4 4-6 2-6 6-3 6-4 en cuatro horas intensas, en una historia con inicio, nudo y final. Es su octava maravilla.
El número 1
Es un dulce sabor a triunfo, no solo por el título, el premio económico sino la gloria de volver a ser el número 1 de la ATP, quitándole el lugar a Nadal 91 días después. Además, consigue su título 17 de Grand Slam y se pone a 2 de Rafa y 3 de Federer, el ‘Big Three’ como le dicen, estos treintañeros que dominan el tenis a su propio ritmo. Y ‘Nole’ agranda su reinado en pleno verano de su tenis.