Heliografía: ¿cómo funcionaba el primer antecedente de la fotografía moderna?
La heliografía permitió obtener las fotografías más antiguas que se conservan hasta la actualidad. Conoce aquí quién inventó esta técnica y en qué consistía.
La heliografía fue la primera gran precursora de la fotografía tal como se conoce hoy en día. Aunque ya olvidada, esta técnica de inicios del siglo XIX fue producto de años de trabajo en el intento por reproducir imágenes reales y preservarlas en el tiempo. Si quieres conocer más de ella, en esta nota te explicamos cómo fueron sus orígenes y en qué consistía.
Gracias a la heliografía, ahora tenemos la que es considerada como la fotografía más antigua que aún se conserva: el Punto de vista desde la ventana de Le Gras, imagen tomada en 1826, apenas 11 años después de la caída de Napoleón Bonaparte.
La palabra “fotografía” deriva de los términos griegos “photos” (luz) y “graphein” (escribir), es decir, “escribir con la luz”. Como la heliografía consistía en exponer una placa de metal a la luz, podría ser considerada como tal, pero nunca recibió dicho nombre. ¿Por qué? Aquí encontrarás la respuesta.
¿Qué es la heliografía?
La heliografía era un método fotográfico desarrollado en el siglo XIX que tenía por propósito reproducir “espontáneamente” y mediante acción de la luz las imágenes recibidas por la cámara oscura, con todas las gradaciones de “tintas” del negro al blanco. La palabra deriva del griego “helios” (sol) y “graphein” (escribir), es decir, “escribir con el sol”.
Este procedimiento se creó con el propósito de reproducir imágenes que fueran más duraderas en el tiempo y mejorar los resultados de la litografía, la cual consistía en hacer dibujos en una piedra o plancha de metal. En los años previos, se hicieron experimentos para capturar una imagen, pero esta se desvanecía al poco tiempo cuando el papel se exponía a la luz.
La heliografía se creó con el fin de capturar imágenes más duraderas en el tiempo. Foto: The Royal Photographic Society
¿Quién creó la heliografía?
El creador de la heliografía fue el inventor francés Joseph Nicéphore Niépce, quien buscaba mejorar el proceso de litografía al sustituir la piedra caliza por una hoja de estaño. Desde 1816, él concentró todos sus esfuerzos en tratar de fijar sobre una sustancia las imágenes reflejadas en el fondo de la cámara oscura, la cual era empleada para realizar dibujos.
En mayo de 1816, Niépce logró reproducir una imagen en una hoja de papel emulsionada con sales de plata, pero la imagen desapareció cuando el papel se oscureció por completo al ser expuesto a la luz. Estos resultados fueron llamados ‘retines’.
Joseph Nicéphore Niépce, inventor de la heliografía. Foto: Amazon
Luego, Niépce experimentó con ácidos sobre piedra calcárea, resina de Gaiac y betún de Judea. Este último insumo fue la clave para la posterior obtención de las primeras heliografías en 1824. Estas se realizaron primero sobre piedras litográficas, luego sobre cobre y, desde 1826, sobre una aleación de estaño, zinc y plomo, con la que se obtuvo la foto más antigua que se conserva hasta hoy.
Características de la heliografía
- El principio de la heliografía está en la luz, que al componerse y descomponerse actúa químicamente sobre los cuerpos, con lo cual les da nuevas propiedades y los solidifica, de forma que quedan más o menos insolubles según la intensidad de su acción.
- El producto fotosensible empleado fue el betún de Judea, un alquitrán natural conocido desde la antigüedad y que en ese entonces se extraía de la superficie del Mar Muerto, donde remontaba del fondo del agua. En el siglo XIX también se extraía de las rocas bituminosas.
- El proceso funcionaba así, según explica el Museo Maison Nicéphore Niépce: sobre una hoja de metal se aplicaba un barniz compuesto de betún de Judea disuelto en aceite de lavanda. Tras secarse, la placa era expuesta a la luz en la cámara oscura y luego bañada en un disolvente hecho de aceite de lavanda diluido, que disolvía las partes que recibieron muy poco o nada de luz. Así se obtenía una imagen en negativo.
- Niépce convertía esta imagen en positivo con dos métodos: el primero, usado desde 1827, aplicaba solo si el barniz era ligeramente delgado y sometido a una ligera subexposición, y consistía en dejarla en un lugar oscuro y bajo una iluminación rasante. En el segundo, la placa era colocada en una caja con cristales de yodo que se evaporaban espontáneamente.
Primera heliografía aún existente
La primera heliografía (y fotografía) que se conserva hasta la actualidad es la conocida como Punto de vista desde la ventana de Le Gras. Fue tomada en 1826 sobre un soporte de estaño, zinc y plomo, desde la ventana de un granero en Saint Loup de Varennes (Francia).
‘Punto de vista desde la ventana de Le Gras' es la heliografía más antigua aún existente (1826). Foto: dominio público
¿Cuáles son los tiempos de exposición de una heliografía?
Se estima que, para obtener la fotografía de la ‘ventana de Le Gras’, Niépce expuso la placa a la luz por unas ocho horas, aunque autores como Aaron Scharf sostienen que el tiempo de exposición podía ser de varios días para que se pudieran reproducir las imágenes con este método.
¿Por qué la heliografía no era considerada fotografía?
La heliografía es considerada un método fotográfico, es decir, que permite obtener imágenes fijas de la realidad a través de la acción de la luz sobre una superficie sensible o sensor, si nos basamos en la definición de fotografía que otorga el diccionario de la RAE. No obstante, este último término aún no era ampliamente conocido cuando Niépce desarrolló su invento.
Fue recién en el año de 1839 que el periódico alemán Vossische Zeitung publicó un artículo titulado Photographie, en el cual se reivindican trabajos como el de Henry Fox Talbot en este campo. Esa fue la primera aparición conocida de la palabra ‘fotografía’ en la prensa pública, según recuerda la academia online de Foto San Telmo.