El desembarco del arte en puerto Callao
Exposición. Colectiva compuesta por más de un centenar de obras procedentes de Lima y el interior cierra el año en Monumental Callao. La muestra se inaugura hoy.
Se trata de un corpus artístico de inimaginables dimensiones: a los lienzos tradicionales bañados en acrílico u óleo se suman una serie de ensambles edificados con madera, resina, tiza, arcilla y alambre. Hay collages bordados con hilo fino y esculturas de cartón. Mallas de plástico y metal sobre superficies de trupan. Composiciones en témpera y pastel. Variedad de estilos y estéticas. Cuadros generados con aceite vegetal, dibujos hechos con hilos de algodón. Del pop al minimalismo y del dripping al grafiti.
Claro, se trata de un ejército de ocupación que, luego de desembarcar en nuestro primer puerto, procedió a tomar por asalto las espaciosas y multifuncionales salas de Monumental Callao, el complejo artístico más grande del país, hasta poblarlo con una poderosa descarga de luz y color: he allí al colectivo Savia 2023, compuesto por 13 egresados de Bellas Artes que homenajean a la madre tierra. Y a los tres artistas de Animalia, exalumnos de la Universidad Católica que hacen lo propio con el reino animal.
Extremando las posibilidades gráficas de la computadora, he ahí también al colectivo cusqueño La Hora Tinta, compuesto por Vera Tyuleneva, Andrea Flores, Fabrizzio Yábar, Elvis Mena, Paolo Vigo, Daniela Farfán, Edson Chacón, Lennin Vásquez, Cristian Dávila, Hugo Salazar Chuquimango, Edwar Garcés, Gustavo Fernández y Edwin Chávez. Ellos experimentan con el grabado digital: hilanderas, súcubos andinos y réplicas precolombinas sumergidas en un mar de pixeles sobre lona cruda.
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Tinta. Trabajo de Sun Cok recrea paisaje urbano en veladuras. Foto: difusión
Mare nostrum
Quienes también rescatan el espíritu andino son Felipe Coaquira (Arequipa 1978), que pinta con hilos y agujas del Colca; Israel Tolentino (Huánuco, 1975), cuyos 26 óleos ovalados homenajean al pueblo yanesha; y ‘Pancho’ Basurco (Lima, 1973), que organiza un bosque de tocapus, mandalas, sogas y fibras amazónicas esmaltadas con escamas de paiche y semillas de açai. El performer Antonio Gonzales Paucar (Huancayo, 1973), por su parte, usará su cuerpo como matriz para poblar la sala 113 con impresiones de pintura y grabado corporal.
Otra será la sensibilidad plástica de Richard Arévalo (Sullana, 1983), especialmente cáustico frente a las nociones de poder y la violencia política, tanto como la de Sun Cok (Lima, 1971), quien con tinta seca y acuarela delinea edificios grisáceos, desenfocados, saturados de melancolía. Y si Hans Hauler (Lima, 1984) lanza una ofensiva desde el grafiti guerrillero, Toño García (Lima, 1969) puebla su universo con oropéndolas, tucanes y tersas superficies amazónicas que reciben el primoroso bordado andino.
En suma, todo un corpus multiforme que puebla las 14 salas de Monumental Callao, complejo cultural que le ha cambiado la cara al puerto bravo: el antro punzocortante de antaño mutó a núcleo generador de las más interesantes experimentaciones estéticas, incluso deportiva. Todo gracias a la solvencia de Leyla Aboudayeh, directora artística de esa maquinaria que organiza las fiestas culturales más coloridas, inteligentes y divertidas a orillas del mar.
EL dato
Exposición. Lugar: Casa Fugaz, Monumental Callao. Calle Constitución 250, Callao. Fechas: hasta el 29 de diciembre. Lunes a viernes de 11 a. m. a 6 p. m. Entrada libre.
