César Ayllón: “Mi obra tiene mucho de introspección
En la galería Índigo exhibe la muestra ‘Enigmáticas’. En ella presenta una serie de óleos y acuarelas en las que intenta revelar el lado oculto de las mujeres.
Viven hacia adentro, silenciosas, misteriosas. Así son las mujeres que pinta César Ayllón. No las retrata, las sugiere. En cada una de ellas —no la procesión—, los enigmas van por dentro. Son inasibles, el desafío del espectador es descubrirlas. Por eso no es gratuito que el artista haya denominado ‘Enigmáticas’ a la muestra que exhibe en la galería Índigo, en San Isidro.
La muestra reúne una serie de pinturas, algunas realizadas en óleos y otras en acuarelas.
“He trabajado esta muestra con base en la mujer, pero sobre aquello que en ellas no se ve. En las mujeres, como en todos, hay cosas externas, que uno lo puede advertir, sentir, pero en este caso he querido ver la parte interior, oculta, y mostrarlas a través de imágenes. Es decir, intento una mirada introspectiva. Un poco busca interpretar con movimientos lo que quieren decir estas mujeres. No pocas veces me han dicho: ‘Esa soy yo’”, explica el artista.
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César Ayllón (Lima, 1959) estudió Artes Plásticas en la Universidad Católica del Perú y Dibujo en el taller de Cristina Gálvez. También ha realizado trabajos en el campo de la gráfica e ilustración. Entre otras revistas, colaboró en Monos y Monadas, Etecé y Perú Report. Ha expuesto en México y Bulgaria.
La vocación de pintar mujeres le viene desde los años 80, pero siempre tratando de recrear sus mundos interiores.
“Muchas veces las mujeres quieren decir una cosa, pero terminan diciendo otra o muchas veces no lo dicen, sino que lo expresan interiormente. Mi pintura trata de vestir la imagen”, detalla César Ayllón.
Sugerencia. Los brazos en sus obras alcanzan expresividad. Foto: difusión
¿Es una inmersión en el mundo femenino, desandar sus paisajes psíquicos?
Exacto. Eso es lo que quiero expresar un poco. A pesar de que no son muy expresivas, con pocos movimientos pueden transmitir muchas sensaciones. Esa es la idea.
Es cierto, las mujeres de César Ayllón, pintadas sobre todo en grises, aunque a veces les pone un color fuerte, tienen un aspecto muy relajado, sosegadas en su palidez, contemplativas. No son abruptas. Les envuelve un aura de tranquilidad.
Sus figuras femeninas, por su cuerpo, por la laxitud de sus brazos, recuerdan en algo a las mujeres de Modigliani...
Sí, claro, podría ser. Modigliani para mí también es un pintor de mundo interiores. Muchas veces no pintaba los ojos, no había expresión. Su punto focal no eran los ojos sino la posición de los brazos, de la cabeza y eso hacía todo el movimiento de la imagen. En mi caso, las manos y los brazos también alcanzan un gran significado para expresar el mundo interior de ellas.
¿Intentó alguna vez pintar a mujeres enérgicas, inconformes, sacudidas en una acción fuerte?
A veces sí, pero a mí los resultados me puntualizan en algo: yo quiero dejar al espectador que tenga una gama de posibilidades de interpretación cuando vea la pintura. No quiero que vea, exactamente, lo que estoy haciendo. Por eso, evito pintarlas tristes o que estén riendo o expresando algo. Eso ya las centraliza, y no es la idea con ellas.
Obra ‘Titiritera’ (óleo). Foto: difusión
O sea, es como invitar al espectador a que conozca a una persona, en este caso, a una mujer...
Así es, como que va a descubrirla y ver qué cosas le dice ese personaje.
El dato
La muestra. Está en la galería Índigo, av. El Bosque 263, San isidro. Visitas: lunes a sábado, 10.30 a. m. a 7.30 p. m. Domingos y feriados, 11.00 a. m. a 7.00 p. m. Libre.