Yerbateros, teatro en medio de una pandemia
Temporada. La creación colectiva se presenta en el Gran Teatro Nacional. “Es una propuesta de resiliencia comunitaria”, comenta Miguel Rubio.
En el escenario, una zona de tránsito migratorio hacia el valle del Mantaro, un artista le rinde tributo a su maestro en un ritual de despedida con música wanka. Yerbateros, concebida como una obra de teatro itinerante, es una creación colectiva del grupo Angeldemonio, protagonizada por Ricardo Delgado y dirigida por Miguel Rubio. Hoy y mañana a las 8 p.m. se presenta en el Gran Teatro Nacional.
“Como mucha gente, queríamos hacer teatro en pandemia, más allá de hacerlo por video o redes. El teatro para mí —y para Ricardo también— es siempre presencial”, nos dice el director que había trabajado con Delgado en obras de Yuyachkani. “Y él ha vivido en Yerbateros. Es un trabajo de equipo, pero queríamos ver cómo significaría hacer teatro en medio de la pandemia, buscando temas que tengan que ver con el momento que estábamos viviendo. La obra tiene que ver con el testimonio de las vivencias de Ricardo, que ha vivido cerca del camal. Tiene una propuesta artística con mucho de esa zona; desde ese lugar fue que comenzamos a buscar imágenes, testimonios de infancia, y testimonios de la vida en el camal”.
Yerbateros es una obra emotiva sobre la pérdida, la inmigración, pero además habla de la resiliencia basada en situaciones reales. “Es un testimonio de él como actor y danzante. A partir de esa fusión buscamos cómo generar un producto que sea también un abrazo, que se instale en una propuesta de resiliencia comunitaria. La obra está planteada así, incluso el uso del espacio, tal como se han hecho los velorios en los barrios, en la calle, al no poder hacerse en las casas”.
“La gran enseñanza es que el público nos ha acompañado”
En pandemia, Yuyachkani, el grupo dirigido por Miguel Rubio, cumplió 50 años. El director que esta vez fue invitado por el colectivo Angeldemonio sostiene que, en estos dos años, a pesar de la crisis, los grupos están reorganizados y espera que el escenario del Gran Teatro Nacional sea una plataforma no solo para los elencos de la capital. “Nosotros hemos utilizado toda esta dificultad para reorganizarnos en el movimiento. Hay un movimiento de más de 80 grupos que se han reconocido. Además, me parece importante que el Gran Teatro Nacional invite a un grupo que tradicionalmente no ha tenido un espacio como este. A partir de esto, espero que el teatro también esté abierto a que sea realmente el teatro del Perú, ¿no es cierto? No solamente de Lima. Reconozco de la actual gestión el plantearse esta invitación como el inicio de un proceso. Creo que esta obra ha sido propuesta también sobre la dificultad de la pandemia, se ha estrenado en plena pandemia, no ha terminado, se sigue haciendo. Y el espacio abierto fue y es el lugar por excelencia de resistencia”.
Tras sus funciones en el Gran Teatro Nacional, planean llevar Yerbateros a provincias. “Hay una gira que se está planteando. Todavía no tenemos una fecha, pero sería en el segundo semestre”. Para el director, ha quedado demostrado que el público peruano quiere ver teatro. “La gran enseñanza es que el público nos ha acompañado. En todas las funciones que se han hecho en los barrios, el público ha estado presente. Creo que, con los cuidados respectivos, lo vamos a poder lograr”.