El escritor mexicano, ganador del Premio Alfaguara 2018, vino a la FIL de Lima a presentar su obra galardonada: Una novela criminal.,El 9 de diciembre todo México, vía Televisa, miraba con asombro cómo la Policía Federal capturaba al nacional Israel Vallarta y a su novia francesa Florence Cassez. Y los acusaron de secuestradores. A ella la sentenciaron a 60 años de cárcel. Lo que se supo después fue que esa operación policial era una farsa, un ficción montada entre la televisión y la Policía: uno para obtener rating y el otro para buscar ascensos. Incluso el caso puso en entredicho diplomático al presidente francés y al mexicano. Jorge Volpi toma el hilo de la madeja de esos hechos y va en busca de la verdad: publica Una novela criminal (Premio Alfaguara 2018). En ella, sin ficción, el escritor desentraña un mundo de mentira y corrupción. PUEDES VER Stephanie Cayo: “Hay que seguir enla lucha por la justicia” Esta es una novela de no ficción. ¿Qué teoría tienes del género? Es un género extraño, es un género híbrido. Podríamos decir también que no existe, pero, por otro lado, parece tener una genealogía más o menos clara que comienza con Operación masacre de Rodolfo Walsh o A sangre fría, de Truman Capote, a mediados del siglo XX, en donde combina las herramientas propias de la literatura con la investigación periodística. Alguien puede decir que es periodismo narrativo, crónica literaria o novela sin ficción. ¿En este caso de Una novela criminal, toda la farsa policial fue el gatillo para novelar? Fue uno de los gatillos, porque para México fue un caso conocido también por la pelea de los presidentes Nicolas Sarkozy y Felipe Calderón. Pero, aparte de eso, sí tenía todos los elementos que busca un escritor: una trama policiaca, una parte política, una historia de amor y una conspiración. Que se lee como thriller... Sí, puede leerse como un thriller, a pesar de que esté basada en la realidad. A contragolpe de lo thriller, es también una novela documental. Exacto, porque todo lo que se cuenta está basado en documentos y fuentes reales. Es un género que no has trabajado antes. No, nunca. Para mis otras novelas, nunca había hecho investigación periodística, nunca entrevisté ni consulté expedientes judiciales. Supongo que releyó sus modelos, Capote, por citar uno. No solo eso, sino que dicté un curso en la universidad sobre la novela de no ficción para entenderla mejor. ¿El policial como ventana para mirarnos como sociedad? Así es, el policial permite en muchos sentidos ver lo oscuro de nuestra sociedad. Por ejemplo, en México permite ver cómo no funciona, como aquí, el sistema de justicia. Muchas situaciones que narra en su novela pareciera que se han volcado a la realidad peruana. Eso me han dicho sobre audios. Y es que la mafia es así, su mundo oscuro se entroniza al sistema judicial. Eso también ocurre en México en muchos niveles. La novela justamente documenta la manipulación de pruebas, la manipulación de testigos, la tortura y, desde luego, la corrupción. Sarkozy no pudo liberar a Florence Cassez. En ese lío de presidente, Sarkozy no pudo llevarse a Florence. Ella fue liberada por la Suprema Corte de Justicia el 2013, cuando Sarkozy ni Calderón eran presidentes. En cambio, Vallarta sigue en la cárcel desde hace trece años sin tener sentencia. O sea, está en prisión preventiva hace trece años. Allí tiene otra novela. No, en la próxima, que no se qué será todavía, regreso a la ficción.