Crítica a 'Sex education 4', mucho más que solo sexo y enredos amorosos: deja una lección para todos
El final de 'Sex education' llegó y, luego de más de 10 días en Netflix, sigue entre las favoritas del público. Esta serie deja una lección para todos y nos invita a la reflexión.
Luego de dos años de ausencia, 'Sex education' regresó con su cuarta y última temporada para acabar con algunos prejuicios de la sociedad e invitarnos a reflexionar sobre lo que podemos lograr si luchamos juntos para derribar tabúes y que se hagan visibles todas las problemáticas que viven las minorías.
A pesar de que la trama se centra en Otis y cómo poco a poco supera sus problemas respecto al sexo, las historias secundarias no han sido ajenas al sentir del público, como son Maeve y su familia; Eric y la religión; así como Adam y su padre. Todas estas conforman un conglomerado que se vive a diario en diferentes partes del mundo, puesto que hay quienes luchan con la adicción de un familiar, el descubrimiento de su sexualidad y conflictos con padres estrictos.
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Otis Milbourne es el personaje principal de 'Sex education'. Foto: Netflix
Además, en esta última temporada, hemos podido ver una pequeña parte de lo que viven las personas transexuales durante su proceso de cambio, en el caso de Cal, y el poco acceso que tienen a programas que las orienten y apoyen. Sin embargo, este grupo social no es el único que padece por una atención y servicios adecuados, puesto que Isaac, un joven con discapacidad que se transporta en silla de ruedas, reclama constantemente los fallos en el ascensor, su único medio para llegar a su clase en pisos superiores.
Todo esto se traduce en la falta de atención que prestan las autoridades a las necesidades de las minorías, algunas de ellas excluidas por los prejuicios sociales y que buscan ser tratados con respeto. Así, vemos cómo Eric, cansado de luchar contra las creencias religiosas y de tener que esconder su identidad para ser aceptado en su comunidad, decide romper barreras para convertirse en un pastor, que predique y acepte a todos por igual.
Dios se apareció ante Eric Effiong en 'Sex education'. Foto: composición LR/Netflix
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De aquí nace la lección que nos deja la última temporada de 'Sex education': un dios —o diosa, según la representación de la serie— cristiano que busca atraer a sus creyentes sin distinción de color de piel, sexo e identidad de género, aquel que ama y recibe a todos por igual. También podemos rescatar que, así como todos los compañeros de Isaac se unieron para que reparen el ascensor, en la realidad, si trabajamos en conjunto, lograríamos grandes cambios y mejoras.