Un planeta del tamaño de la Tierra podría estar oculto más allá de Neptuno
Nuevas simulaciones sugieren que este mundo rocoso estaba más cerca del Sol, pero fue alejado por la gravedad de los planetas gigantes.
Nuevas simulaciones sobre la formación del sistema solar sugieren que puede haber un planeta del tamaño de la Tierra o Marte orbitando más allá de Neptuno. La investigación, publicada en Annual Review of Astronomy and Astrophysics, plantea además que este mundo desconocido pudo haber sido expulsado de las regiones exteriores del sistema solar por los gigantes gaseosos.
A medida que los científicos continúan estudiando el sistema solar, todavía están tratando de comprender no solo cómo llegaron a existir los planetas, sino por qué ocupan sus órbitas actuales.
En este nuevo trabajo, los autores Bertt Gladman, de la Universidad de British Columba, y Kathryn Volk, del Lunar and Planetary Institute, señalan que las simulaciones de la evolución del sistema solar aún no pueden explicar su configuración actual debido a la falta de información.
Ahora, sospechan que la información que falta involucra a un planeta que una vez rodeó al Sol en el sistema solar exterior (donde residen los gigantes gaseosos, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno), pero que ahora existe más allá de los bordes de nuestro vecindario cósmico o incluso en las profundidades del espacio.
Dos científicos revelaron nuevos detalles sobre la composición del sistema solar. Foto: Pixabay
Según informa Phys.org, los autores aprecian algo extraño en la configuración actual de los planetas del sistema solar: cuatro mundos rocosos internos (Mercurio, Venus, Tierra y Marte), un cinturón de asteroides y luego cuatro gigantes gaseosos. Más allá de estos gigantes hay planetas enanos y otros objetos como cometas. Los investigadores creen que falta algo.
Sostienen que es poco probable que la evolución natural de nuestro sistema solar tenga cuatro gigantes gaseosos y luego nada más que planetas enanos (como Plutón). Y sus simulaciones los respaldan.
Gladman y Volk observaron en sus simulaciones que, agregar otro planeta del tamaño de la Tierra o Marte al sistema solar exterior, quizás entre dos de los gigantes gaseosos, produce un modelo más preciso, al menos durante las primeras etapas de desarrollo.
Eventualmente, tal planeta habría sido empujado más lejos en el espacio, ya sea uniéndose a los enanos o terminando en el espacio interestelar, donde viajaría solo.
Concluyen que si tal planeta existe en los bordes exteriores del sistema solar, los nuevos telescopios en construcción podrían detectarlo y así confirmar su teoría.