En Facebook, en una imagen, que circula desde el 18 de octubre de 2021, se desliza que, supuestamente, las variantes del SARS-CoV-2 son efectos secundarios de las actuales inyecciones contra la COVID-19.
“Te están inventando las variantes para esconder los efectos secundarios de las vacunas”, se lee en la publicación que comprende más de 300 interacciones y 400 compartidos en la red social. Sin embargo, lo que se señala es falso.
Publicación con contenido falso. Foto: captura en Facebook.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) registra en su página web las variantes del virus de la COVID-19, clasificadas en “variante preocupantes”, al que pertenecen las denominadas Alpha, Beta, Gamma y Delta, y en “variante de interés”, que muestran a Lambda y Mu.
Asimismo, muestra un registro de linajes, que se encuentran en vigilancia, pero sin una denominación. En este se observa que el SARS-CoV-2 presenta variantes identificadas desde enero de 2020.
Linajes. Foto: captura en web / OMS.
La campaña de vacunación comenzó recién a finales del año pasado en la mayoría de los países. Incluso, el 11 de diciembre de 2020, la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) emitió la primera autorización para uso de emergencia de la inyección, diseñada por Pfizer y BioNTech, para su empleo masivo.
Así también, el desarrollo de las vacunas empezó después de la aparición de las primeras variantes del nuevo coronavirus. Por ejemplo, el 22 de abril de 2020, Pfizer y BioNTech anunciaron “la aprobación regulatoria del Instituto Paul-Ehrlich de Alemania para comenzar el primer ensayo clínico de las vacunas candidatas para el COVID-19″.
Asimismo, en julio de 2020, se inició el primer ensayo clínico mundial de fase III de la vacuna de Sinopharm en Abu Dhabi, capital de los Emiratos Árabes Unidos (EAU).
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Por otro lado, como informa la OMS, “todos los virus cambian con el paso del tiempo”, incluido el SARS-CoV-2 y estas mutaciones presentan un “escaso o nulo efecto sobre las propiedades del virus”. Precisa que “algunos cambios pueden influir en su facilidad de propagación, la gravedad de la enfermedad asociada o la eficacia de las vacunas, los medicamentos para el tratamiento, los medios de diagnóstico u otras medidas de salud pública y social”.
Erika Castillo, PhD en Ciencias Médicas, dijo a Verificador de La República que las variantes “son cambios o mutaciones mínimas del virus” y que, aparte de las variantes de preocupación o de interés, existen “miles que se han ido formando desde el inicio de la pandemia”. “Las variantes no se inventan. Se descubren gracias al análisis completo del genoma del virus y a la comparación entre genomas”, sostuvo.
Detalló que si una variante del SARS-CoV-2 es detectada en varias personas, se interpreta que esta puede cambiar la “configuración del virus” y podría ser más contagiosa u ocasionar una enfermedad más severa, por lo que debe ser clasificada como interés o de preocupación.
La especialista, quien es fundadora de cienciagenerika, precisa que “no todas las mutaciones necesariamente van a cambiar la estructura de las proteínas”. También puntualizó: “En la mayoría de las mutaciones realmente no presentan cambios en la estructura. Aún así todas las mutaciones se registran. No es que si se identifica una nueva variante, ya las anteriores no existan (...) No es como una evolución del virus, empieza en una y termina en otra”.
Castillo enfatizó que “el virus se multiplica constantemente” y, además, sostuvo: “Dentro de nuestro cuerpo también nuestras células están en constante división. En cada división, puede ocurrir errores y nuestro ADN puede ir mutando. Algunas son silenciosas, no representan ningún cambio. Otras pueden alterar las funciones de nuestras células y podría ocasionarnos tumores o cánceres (...) Es parte de la naturaleza. Es parte de la división celular”.
El material genético del SARS-CoV-2 se llama ácido ribonucleico (ARN) y para replicarse necesita “secuestrar una célula huésped y utilizar la maquinaria de la célula para duplicarse”, según un artículo, publicado el 11 de febrero de 2021 en The Conversation.
“Los errores a menudo ocurren durante el proceso de duplicación del ARN viral. Esto da como resultado virus que son similares pero no copias exactas del virus original. Estos errores en el ARN viral se denominan mutaciones y los virus con estas mutaciones se denominan variantes”, se lee en este texto, escrito por Lara Herrero y Eugene Madzokere, especialistas en virología de la Griffith University, Australia.
En un artículo de la Universidad Johns Hopkins, Stuart C. Ray, docente de medicina en esta casa de estudios, explicó que la naturaleza de los virus de ARN es evolucionar y cambiar gradualmente. En tanto, Robert Bollinger, profesor de enfermedades infecciosas, señaló: “Todos los virus de ARN mutan con el tiempo, algunos más que otros. Por ejemplo, los virus de la gripe cambian con frecuencia, por lo que, los médicos recomiendan que se vacune cada año “.
“Los virus son los sistemas biológicos con la variación más amplia en las tasas de mutación”, se indica en una investigación del 18 de julio de 2016, alojada en el Centro Nacional para la Información Biotecnológica (NCBI) , Estados Unidos. Esta concluye que la mutación se da “por múltiples procesos” como el daño espontáneo del ácido nucleico, los desequilibrios en los conjuntos de nucleótidos, entre otros.
La OMS informa que las actuales vacunas “pueden causar efectos secundarios, la mayoría de los cuales son leves o moderados y desaparecen espontáneamente a los pocos días”. Cada inyección presenta sus propios efectos secundarios, pero en general la persona puede sentir el dolor o hinchazón en la zona de inoculación, fiebre, cansancio, cefaleas, dolor y malestar en los músculos, escalofríos y diarrea.
También, indica que otro efecto notificado, el cual es poco frecuente, es la reacción alérgica grave —que puede producir casos de anafilaxia—. Por ello, se recomienda que las personas luego de inmunizarse esperen entre 15 a 30 minutos.
Las variantes del virus de la COVID-19 no son efectos secundarios de las vacunas. Estas mutaciones aparecieron antes de la vacunación masiva y de los ensayos clínicos de las inyecciones. Por ello, calificamos este post como falso.
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