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Tecnología

La ingeniosa estrategia de un directivo de Ferrari con el que evitó ser estafado: así descubrió al ciberdelincuente

El ciberdelincuente utilizó deefakes para imitar la voz del CEO de Ferrari y tratar de engañar a un directivo de la compañía. ¿Cómo lo descubrió? Entérate aquí.

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El directivo de Ferrari utilizó el método que se recomienda para evitar estas ciberestafas. Foto: elhacker.net

Los ciberdelincuentes siempre están perfeccionando sus métodos para poder engañar a los usuarios y robarles dinero o información. Con el reciente avance de la tecnología artificial, muchos la están empleando para suplantar identidades y hacerse pasar por otras personas. De esa manera, intentan evitar ser descubiertos para que sus estafas puedan llevarse a cabo.

Una situación de este tipo vivió un directivo de Ferrari, quien fue contactado por alguien que ocupaba un mayor rango en la compañía. Para ello, el ciberdelincuente recreó voces con ayuda de la inteligencia artificial para engañar al hombre de negocios. Sin embargo, este logró descubrirlo empleando una técnica muy útil. ¿Quieres saber cómo se desarrolló toda la situación? Aquí te presentamos los detalles.

Así inició el intento de estafa

Uno de los directivos de Ferrari empezó a recibir mensajes de WhatsApp por parte de Benedetto Vigna, quien es el actual CEO o director ejecutivo de la compañía. 'Oye, ¿has oído lo de la nueva adquisición que estamos planificando? Podría necesitar tu ayuda', le decía supuestamente Vigna al directivo de la empresa. La comunicación continuó con otros mensajes igual de crípticos:

  • 'Prepárate para firmar el acuerdo de confidencialidad que nuestro abogado está a punto de enviarte'.
  • 'El regulador del mercado italiano y la bolsa de Milán ya han sido informados. Mantente alerta y por favor discreción máxima'.

Incluso recibió mensajes de voz donde se escuchaba claramente a Benedetto Vigna. Sin embargo, algo no le terminaba de cuadrar al directivo de Ferrari: todos estos mensajes provenían de un número desconocido. A pesar de que la fotografía de perfil mostraba al CEO de la compañía, al directivo le parecía.

El supuesto director ejecutivo explicó que estaba usando otro número de celular porque el trato que se estaba por cerrar era muy confidencial y quería evitar obstáculos en China. Dado ese contexto, continuó explicando el ciberdelincuente, sería necesario que se plantee una operación de cobertura de divisas no especificada.

Una simple pregunta delató al ciberdelincuente

Ante tanta incertidumbre, el directivo decidió asegurarse de estar hablando con el CEO y le dijo lo siguiente: 'Disculpa, Benedetto, pero necesito identificarte'. A continuación, le preguntó cuál fue el libro que le recomendó hace unos días atrás. Inmediatamente, la llamada se cortó y dejó de recibir estos mensajes extraños.

Esta simple pregunta, por muy inocente y sencilla que parezca, es la manera ideal en la que se debe actuar en estas situaciones. De esta manera, no importa qué tan bien los ciberdelincuentes logren imitar la identidad de otro, ya que no podrán responder estas preguntas muy específicas y personales. Esto, finalmente, los termina por delatar.

A este método se le llama 'contraseña familiar': consiste en utilizar alguna frase o pregunta en la que solo un grupo de personas muy cercanas sepa la respuesta. De esa manera, al recibir comunicaciones extrañas, pueden identificarse a partir de ese código secreto.

Es importante que en círculos cercanos (ya sea familiares, amigos, parejas o compañeros de trabajo) existan este tipo de contraseñas especiales para que los miembros sepan cómo identificarse ante el otro cuando se estén comunicando a través de medios inusuales, como un nuevo número de teléfono o algún correo electrónico diferente al usual.