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Tecnología

Nvidia: la compra de ARM no llegaría a darse por las múltiples quejas

El anuncio de compra que hizo Nvidia el último mes de setiembre suponía 40.000 millones de dólares.

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De darse la compra, la arquitectura ARM, presente en los chips de casi todo smartphone en el mundo, pasaría a ser tecnología estadounidense. Foto: Nvidia/ARM

La industria de los semiconductores está atravesando uno de sus momentos más cruciales por la posible compra de ARM —empresa británica que diseña casi la totalidad de chips para smartphones y tablets— por Nvidia, famosa compañía dedicada a aceleradores gráficos para juegos en PC. Aun así, diversos portales aseguran que el acuerdo ya podría estar caído por la dura oposición.

La razón más fuerte para creer aquello es que, en su momento, tanto Nvidia como ARM indicaron la necesidad de aprobación por diferentes entes reguladores, de modo que se descarte cualquier escenario de monopolio o que afecte la libre competencia, pese a que ambas empresas no compiten entre sí.

El posible monopolio

Tanto la Comisión Federal de Comercio (FTC) en Estados Unidos y el Organismo de Control de Competencia de Reino Unido iniciaron investigaciones. Sin embargo, existen también compañías —especialmente en China— que se han opuesto abiertamente a este acuerdo por una posibilidad latente que resultaría anticompetitiva.

Con la compra, la empresa de tarjetas gráficas podría diversificar su producción. Pasaría de depender de un mercado especializado (GPU) a uno más variable (CPU) con alcances en distintos públicos como el empresarial, el de consumo y el móvil.

La diversificación de Nvidia podría tener consecuencias directas en sus mayores competidores, como la propia AMD. Existe la posibilidad de que los procesadores ARM pierdan imparcialidad, pues la compañía norteamericana podría decidir a quién no otorgarle licencias (como a sus competidores), lo que posibilitaría un monopolio.

ARM es una de las compañías con mayor cantidad de lazos en el mundo de la tecnología. La empresa no fabrica sus procesadores, sino que licencia el diseño a otros. En su lista de socios están grandes nombres como Apple, Samsung, Qualcomm, etc.

El dilema en China

Otra fuerte oposición viene de China. Reportes señalan que empresas como Huawei han rechazado el acuerdo y hasta han solicitado al Gobierno chino que actué en su defensa.

En medio de las fuertes restricciones de Estados Unidos con las exportaciones chinas, ARM ha continuado ofreciendo licencias para Huawei, con la justificación de que su tecnología tiene origen británico.

El CEO de Huawei, Ren Zhengfei, ha confesado en público que no cree que la restricción cambie con la administración de Biden. Por ello, es bastante improbable que China apruebe el acuerdo de compra de ARM, pues eso derivaría a que ellos se sumen a la larga lista de compañías que no pueden negociar directamente con el país milenario. Estas habrían sido también las razones por las que Beijing detuvo a Qualcomm de comprar a NXP, un fabricante de semiconductores holandés, en 2018.

Por otro lado, la Unión Europea tiene sus propias preocupaciones y ya han expresado sus dudas sobre si la compra afectaría la imparcialidad de la compañía británica al momento de licenciar sus diseños. Incluso contemplan escenarios hipotéticos en los que Nvidia podría competir directamente con fabricantes de Europa y podría ser favorecida por ARM.