Dos discursos del Estado. Las consecuencias tras la visita del grupo extremista La Resistencia en las oficinas del Ministerio de Cultura no se han hecho esperar. Inmediatamente después de que el presidente del Consejo de Ministros, Alberto Otárola, anuncie el retiro del viceministro de Interculturalidad, Juan Reátegui, sorprendieron las declaraciones de la propia titular del Ministerio de Cultura, Leslie Urteaga, las cuales dejaron más dudas que respuestas.
En las primeras horas de la tarde, Alberto Otárola afirmaba ante los medios de comunicación que la visita de La Resistencia respondía a "una responsabilidad claramente política que no va en la línea del Gobierno", y por ende se había procedido a retirar del cargo a Reátegui. Sin embargo, unas cuantas horas antes, la ministra de Cultura, Leslie Urteaga, defendía la presencia del grupo violentista aseverando que creían "firmemente en el diálogo, en que hay que conversar, y que para cambiar actitudes tenemos que escucharnos".
En su intervención Urteaga afirmaba que el Ministerio de Cultura no "avala o acompaña actos de violencia, eso lo descartamos y siempre lo hemos rechazado”; e insistía fehacientemente en que "las entidades del Estado son de todas y todos", por lo que "no cerraría puertas desde el Estado". Ello, pese a que esta organización ha sido claramente identificada como un grupo extremista, pero que desde el Mincul fue presentado como una "asociación civil".
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La disonancia de discursos se hizo más palpable luego de que, por medio de una carta de renuncia difundida en medios, la Directora del Programa Sectorial IV de la Dirección General de Ciudadanía Intercultural, Diana Álvarez, señalara que la visita de La Resistencia "no fue convocada por su equipo" porque su presencia no constituía "ningún caso de discriminación étnico racial".
Directora del Ministerio de Cultura presentó su renuncia.
Álvarez incluso afirmó que "se presentó una ficha técnica" a solicitud de "la alta dirección", la cual fue puesta en conocimiento directo. "A pesar de ello, durante el transcurso de otra reunión, hicieron pasar a los integrantes de la Resistencia para atender el requerimiento de su despacho y de la oficina de comunicaciones" afirmó la exfuncionaria del Ministerio de Cultura en su carta de renuncia.
Mientras tanto, Otárola afirmaba en televisión nacional que pedía "las disculpas a quienes se hayan sentido agredidos por una actitud que no debió darse y que no representa la posición del Gobierno en este tema”.
No obstante, la decisión proveniente de la "alta dirección" del Ministerio de Cultura, parece haber sido pasada por agua tibia, pues cuando se le consultó a Otárola sobre el futuro de Leslie Urteaga, el titular de PCM evitó responder. Y como único responsable ha quedado el saliente Reátegui, seguido de un latente silencio por parte del Mincul.