Luego de 36 años de la masacre de Cayara, en Ayacucho, los restos óseos de una de sus víctimas, Solano Ccayo Noa, un campesino de 29 años asesinado por efectivos militares, fueron entregados a sus familiares en una ceremonia realizada en las instalaciones de del Instituto de Medicina Legal.
Sonia Ccayo recibió un pequeño ataúd blanco conteniendo lo poco que quedó de su padre, pero que ha podido ser identificado por pruebas de ADN, y entre lágrimas señaló que ha encontrado un poco de calma, ya que por fin podrá darle sepultura.
“La mitad de mi corazón está muy feliz porque encontré a mi padre después de 36 años y podré enterrarlo. Sin embargo, la otra mitad está triste porque aún faltan muchos por ser reconocidos. Le pido a los forenses, al Ministerio Público y al Estado que se pongan de nuestro lado. Necesitamos encontrar a todos los que fallecieron injustamente. Ellos no tenían por qué haber muerto, no tenían porque haber sido confundidos. No merecían acabar de esa manera”, puntualizó.
Como se recuerda, en mayo de 1988 efectivos del Ejército asesinaron a más de 30 comuneros de Cayara, acusándolos de haber participado en un atentado terrorista. Con el objetivo de borrar las huellas, los militares se llevaron los cuerpos, y recién en el 2005 fueron recuperados algunos restos en una fosa clandestina, en Llulluchapampa de San Pedro de Hualla – Ayacucho. Luego de más de 20 años, el Equipo Forense Especializado (EFE) del Ministerio Público, ha podido identificar a la primera víctima.
Gloria Cano, abogada de los familiares de las víctimas y directora de la Asociación Pro Derechos Humanos (APRODEH), destacó que gracias a la tecnología se ha podido identificar una pieza ósea de entre los restos calcinados encontrados en la fosa. "Posteriormente se hizo una prueba de ADN para buscar la compatibilidad con los deudos y se compatibilizó con el ADN de la familia de Sonia. Es así que se ha identificado a Solano”, relató.
Por su parte, Francisco Choccña Palomino, en representación de la Asociación de familias de las víctimas, exigió a las autoridades mayor celeridad en el proceso de identificación. “El pueblo de Cayara necesita paz y tranquilidad, para eso necesitamos que se encuentre los restos de todas las víctimas para darle cristiana sepultura. Nosotros aún seguimos de luto. Sabemos que hay más fragmentos que se han encontrado calcinados, pero se requiere una máquina que lea ADN mitocondrial. El equipo que se tiene ahora no lo hace. Pedimos apoyo en eso también”, señaló.
Por otro lado, también piden que se registren todas las fosas de Llulluchapampa, porque hay algunas que todavía no han sido analizadas.
El entierro de los restos de Solano Ccayo se realizará este viernes 21 de noviembre en un camposanto de Villa María del Triunfo.