Edgar Alarcón apuntó que el capitán del Ejército en situación de retiro Alejandro Alarco Cárcamo lo visitó en un par de oportunidades cuando el ahora congresista de Unión Por el Perú fungía como vicecontralor de la Contraloría General de la República (CGR).
Un exagente de inteligencia naval de iniciales M.A.E. reconoció a La República que fue contratado por Alejandro Alarco, a pedido de Alarcón Tejada, para espiar a los fiscales que lo investigaban, Zoila Sueno y Reynaldo Abia, y que también le pidieron hacer “chuponeo” en este año.
En diálogo con la prensa, Edgar Alarcón detalló que Alarco Cárcamo lo visitó dos veces para solicitar empleo. “De acuerdo a los documentos que yo tengo en mis agendas, [Alarco] visitó para pedir trabajo, pero más nada. En todo caso que lo demuestren. [Me visitó] cuando era vicecontralor”, sostuvo.
No obstante, La República reveló que el excapitán del Ejército ingresó en 13 ocasiones a la sede principal de la CGR, entre 2016 y 2017, periodo en el que Alarcón ejerció como vicecontralor y contralor. Además, al menos en seis veces, Alejandro Alarco afirmó que se dirigía al despacho de Alarcón para entregarle documentos.
Ante ello, este jueves 17, a su salida de la misa por el 198° aniversario del Congreso, Edgar Alarcón negó enfáticamente que el exmilitar lo haya visitado en su oficina directamente. “Según mi agenda, tengo dos visitas de él, pero yo ni me acuerdo porque no es mi amigo ni conocido (...) [si hay reglaje] que lo demuestren", sostuvo.
Otro punto mencionado por Edgar Alarcón fue sobre el exagente naval José Sava Melo, quien fue identificado por Walter Grados Aliaga por ser quien espiaba a dicho exauditor luego de que denunció al actual presidente de la Comisión de Fiscalización del Congreso por la compra de vehículos.
“El señor Sava trabajó en la Contraloría como seguridad, en la gestión de [Genaro] Matute, cuando yo estaba de vicecontralor y contralor ha hecho trabajos. Es chofer y luego se especializó en análisis de información de los periódicos”, justificó el congresista.
En enero pasado, en diálogo con Punto Final, Edgar Alarcón respondió por una serie de pagos por servicios que no se prestaron a la Contraloría. Entre ellas, al exagente de inteligencia naval José Sava Melo, por 89.000 soles, por presuntas “labores de prensa”. Lo cierto es que Sava no sabe nada de prensa, sino de espionaje, como pudo comprobar La República.
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