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Opinión

La APEC... ¿la qué?, por Kurt Burneo

Si siquiera el 50% de las inversiones relacionadas con APEC se materializara, el impacto económico eclipsaría los aspectos protocolarios y ceremoniales, incrementando la percepción positiva de la ciudadanía hacia el Foro.

larepublica.pe
BURNEO

Culminado el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), considero útil explicar qué es y qué efectiva significancia tiene para el Perú, además de moderar las expectativas generadas tras esta reunión.

¿Pero qué es la APEC? Las 21 economías que conforman este Foro representaron en 2022 el 62% del PBI mundial, el 48% del comercio global y el 38% de la población del planeta. La APEC promueve la integración económica regional y la competitividad entre sus miembros, funcionando como un catalizador de iniciativas e incubador de buenas prácticas para mejorar las políticas públicas mediante proyectos de cooperación. Además, en este espacio se mantiene una interacción constante con procesos de integración económica regional, como la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) y la Organización Mundial del Comercio (OMC).

El Perú ya ha sido sede de la APEC en 2008 y 2016. Es razonable afirmar que la membresía en este Foro se alinea con la política de Estado de fortalecer las relaciones con la región Asia-Pacífico, permitiendo enfrentar el acelerado proceso de globalización. Este posicionamiento busca destacar al Perú como un destino atractivo para inversiones, comercio, turismo y negocios.

De acuerdo con información oficial, como economía anfitriona de APEC, el Perú es responsable de organizar más de 160 reuniones desde fines de 2023 y durante todo 2024, siguiendo el calendario y estándares habituales del Foro. Entre estas destacan la Reunión de Líderes Económicos (AELM), nueve reuniones ministeriales (incluyendo la de Ministros de Relaciones Exteriores y Comercio, AMM), cinco reuniones de altos funcionarios (SOM), las del Consejo Consultivo Empresarial (ABAC) y el Consorcio de Centros de Estudio (ASCC). Además, el programa incluye reuniones sectoriales, de comités, subcomités, grupos de trabajo y expertos, así como seminarios y talleres nacionales e internacionales para fortalecer capacidades institucionales.

Un elemento destacado de la presidencia APEC Perú 2024 es la iniciativa “APEC Ciudadano Perú 2024”, que busca acercar el Foro a la sociedad civil mediante eventos tecnológicos, culturales, presentaciones en escuelas y universidades, y seminarios con expertos, funcionarios, artistas y académicos de las economías miembro. Si bien estas actividades se han realizado, podrían no haber recibido la difusión adecuada.

Impacto económico

En términos económicos, los beneficios son tangibles. Según Comex Perú, desde la incorporación del país a APEC en 1998, el comercio con sus economías miembro ha crecido un promedio de 12% anual. El 66% del comercio de bienes del Perú ocurre con estas economías. En 2021, 5,200 empresas peruanas exportaron bienes a la zona APEC por un total de USD 37,994 millones, mientras que las importaciones alcanzaron USD 30,479 millones.

Gracias a APEC, el Perú ha negociado tratados de libre comercio (TLC) con economías clave como China, Singapur, Tailandia, Estados Unidos, Canadá, Corea del Sur, Chile, México, Japón y Australia. Estos acuerdos permiten que unas 1,500 pymes y 2,200 mypes comercien de manera más eficiente con la región Asia-Pacífico. Además, APEC ha sido una plataforma para el Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (CPTPP), del que Perú es miembro desde septiembre de 2021.

La presidencia APEC 2016 trajo oportunidades significativas: la visita de más de 1,200 empresarios del Asia-Pacífico generó inversiones iniciales de USD 9,400 millones. Entre 2016 y 2021, el Perú recibió USD 2.8 millones en fondos para 36 proyectos en áreas como pequeñas y medianas empresas, ciencia, tecnología, innovación, seguridad alimentaria, salud, transporte, tala ilegal y equidad de género.

Si siquiera el 50% de las inversiones relacionadas con APEC se materializara, el impacto económico eclipsaría los aspectos protocolarios y ceremoniales, incrementando la percepción positiva de la ciudadanía hacia el Foro. Sin embargo, lograr este reconocimiento aún parece lejano.