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Opinión

Fotocheck política de Fiestas Patrias, por Mirko Lauer

Si se quiere sacar a Antauro Humala de en medio y eliminar su candidatura, la manera más eficaz es hacer lo propio con Alberto Fujimori.

larepublica.pe
Mirko Lauer

Dina Boluarte. Llena de misterios. ¿Los cubanos que al parecer pilotean la fuga de Cerrón coordinan con ella el encubrimiento? No tiene ganas de hacer cambios ministeriales. Al año y medio de gobierno las protestas contra ella continúan. The Economist dice que ella no gobierna, ¿quién la está reemplazando en esa tarea

Vladimir Cerrón. La izquierda ya no lo considera uno de los suyos. Ha venido quemando altos mandos policiales a su paso, y ahora también a sus amores congresistas. Mientras tanto se dedica al antisemitismo franco. ¿Alguien lo instruye en esa práctica? En X se sigue despachando como si fuera la conciencia político-moral del país

Alberto Fujimori. Su fantasiosa candidatura está en una trampa político legal: si se quiere sacar a Antauro Humala de en medio y eliminar su candidatura, la manera más eficaz es hacer lo propio con Alberto Fujimori. Pues el permiso a uno sería el automático permiso al otro. Dos candidatos de los que podríamos prescindir con todo gusto.

Keiko Fujimori. Nadie le cree el cuento del padre curado y candidato 2026 por voluntad propia, y mientras tanto el juicio por los cócteles avanza. El padre calladito, el partido FP tranquilito, los aliados resignaditos, mientras ella cubiletea los nuevos cargos en el Congreso, y mueve los serruchos electorales y judiciales a su alcance.

Javier González-Olaechea. Caminando entre las luces y las sombras. De un lado ensalza al mariscal Pétain (héroe francés un decenio y colaboracionista nazi el otro) y del otro le llama la atención al fraudulento Nicolás Maduro. Superó el error cometido en la Embajada de Canadá y desactivó el conato de incidente en la frontera con Colombia. Nota: sereno pero inestable.

Rómulo Mucho. Mantiene su imagen positiva como aliado y dirigente del sector, siempre que se le perdone algunas cosas, como el rebrote de las protestas contra Tía María y otras, el terrorismo minero ilegal que campea en La Libertad, el bloqueo de algunas esperanzas energéticas de la población. Aun así, es el mejor ministro Minem en mucho tiempo.

Juan Santiváñez. Ya sale. Entró a Interior cargado de promesas, que se han convertido en nuevas declaraciones. El panorama criminal no ha cambiado, aunque han aparecido encuestas que niegan esto. El drama del cargo: si acosa mucho a Cerrón, será retirado, y si no lo hace, también. El negocio es mantener a este prófugo corriendo fuera de la jaula.