El gobernador César Acuña informa al país que se ha comprado un automóvil Bentley Bentayga. Al parecer son unos US$350.000 de ingeniería para recorrer la campiña de La Libertad. Internet le mocha un 25% en su lista, pero luego hay aditamentos. Acuña está orgulloso, pues considera que un vehículo así es el justo premio a una vida de esfuerzo.
Imposible no pensar en el reloj-pulsera Rolex que hizo escándalo en la presidencia, pero que junto al Bentley, primo-hermano de los lujosos Rolls Royce, no pasa de ser un pretencioso juguete. ¿Para eso lo compró Acuña? ¿Para demostrar dónde está el poder económico que se puede exhibir sin peligro en estos tiempos? Quizás tenía más ideas en mente.
Este Bentley no es el único que está circulando en ese rango de precio. Son lo que algunas personas llaman un insulto a la pobreza, aunque eso se podría decir de todo aquello que es realmente costoso y nos elude. El gobierno de Singapur cree en la idea del insulto, y le ha pegado un impuesto espectacular a los autos de lujo que entran a la isla.
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Lo cual no ha conmovido a los superricos de esa ciudad-Estado, que siguen comprando y tributando, premiando así sus vidas de esfuerzo. Aquí en el Perú el carro de Acuña se perderá en medio de un bosque de Maseratis, Aston Martins, o Ferraris. Además el populacho no reconoce fácilmente los automóviles realmente costosos.
Pero el Bentley de Acuña lo vamos a reconocer, sin necesidad de que se le pegue un sticker con las palabras César Vallejo. Digamos que el político trujillano es mucho más conocido aquí que la marca británica, la cual, dicho sea de paso, desde 1988 tiene mucho de alemana. Siempre hemos imaginado a Acuña en un pequeño Volkswagen clásico.
¿Es esta compra buena idea para quien siempre ha querido ganar una elección presidencial? En verdad no hay precedentes. En una de esas el Bentayga enciende la imaginación del electorado, con una imagen de lujo exorbitante al alcance de la mano (¿No es también la posible descripción de ciertos relojes?).
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Con ese auto Acuña se ha comprado muchas cosas. Por ejemplo la carátula de un futuro número de Cosas, especial Trujillo. El auto y su dueño van a estar presentes en la APEC o la inauguración del megapuerto de Chancay, cómo no. Quizás esa era la idea.