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Opinión

Tres radicales en escena, por Inés Flores

“Ninguno de estos personajes comulga con la democracia”.

larepublica.pe
INES

Tres personajes, caracterizados por sus posturas extremas o radicales, saltaron a la escena noticiosa en la semana que culmina. Nos referimos a Víctor Polay Campos, a Guillermo Bermejo y a Antauro Humala.

Polay, cabecilla del grupo terrorista MRTA, intentó en los años 80 una revolución de estrategia castrista. Fracasó. Pero antes perpetró muchos crímenes. Son de triste recordación sus “cárceles del pueblo”, en las que confinó y torturó a empresarios que secuestraba para luego exigir a su familia millonarias recompensas a cambio de su libertad. Polay reclama ahora ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que el Estado peruano lo indemnice alegando que sus derechos han sido violados.

Bermejo, congresista disidente del partido marxista Perú Libre, es investigado en estos días por la Fiscalía de la Nación. Una serie de indicios y testimonios de colaboradores eficaces lo sindican como jefe tras bastidores de una organización criminal. Sus asesores políticos y parlamentarios, se ha comprobado, actuaban como operadores de esta organización encargada de “negociar” obras con algunas alcaldías provinciales.

Humala, el cabecilla del sangriento Andahuaylazo, ha anunciado que su partido ya fue admitido y reconocido oficialmente por las autoridades electorales. Queda así expedito para participar en las próximas elecciones. Acaso sea el Bukele que muchos reclaman si se recuerda que desde hace buen tiempo amenaza con el paredón a políticos corruptos, a homosexuales y hasta a su propio hermano.

Ninguno de estos personajes comulga con la democracia. Es más, en su momento intentaron destruirla. El terror, el crimen y la corrupción son parte de su prontuario político. El Perú democrático debe mantenerse en guardia para no dejarlos pasar.