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Opinión

Desastre en Silicon Valley Bank

El miércoles SVB tuvo su presentación pública trimestral (requerida de compañías que cotizan en la Bolsa de Valores) y, honestamente, tuvieron un problema grave de comunicación de su situación financiera.

larepublica.pe
El miércoles SVB tuvo su presentación pública trimestral (requerida de compañías que cotizan en la Bolsa de Valores) y, honestamente, tuvieron un problema grave de comunicación de su situación financiera.

Este último jueves fue un día intenso en Silicon Valley. Dentro de la comunidad de startups que han recibido ingresos de inversionistas de riesgo (VC), miles de ellas tenían dinero en Silicon Valley Bank. SVB es (¿era?) un banco icónico dentro de nuestra industria, a diferencia de los tradicionales que ponen requerimientos que no son compatibles (y frustrantes) con una startup, SVB nos entendía. Imagina esa situación donde dos personas, que recién crean una compañía, entran a un banco para abrir una cuenta para recibir US$2M USD de inversión, y así recién contratar empleados y pagarles.

La compañía no tiene empleados en planilla ni historial de pagos de impuestos, ni de crédito ni ingresos ni de gastos, no tiene contador, etc. Mientras el banco tradicional ponía requerimientos que no eran razonables (o solucionables), SVB se especializaba en startups.

Hasta el día miércoles SVB manejaba más de US$200 mil millones en activos para miles de startups. A comienzos del viernes, el FDIC –la entidad financiera creada por el Congreso de EEUU para supervisar entidades financieras– cerró SVB y tomó control de las operaciones. En EEUU, FDIC garantiza que las cuentas corrientes, o de ahorros, estén protegidas hasta US$250K USD por el Gobierno para garantizar confianza en el sistema bancario. Pero si algo va muy mal, toman riendas en el asunto.

¿Que pasó? ¿Hubo estafa? ¿Les iba mal? No. Miedo.

El miércoles SVB tuvo su presentación pública trimestral (requerida de compañías que cotizan en la Bolsa de Valores) y, honestamente, tuvieron un problema grave de comunicación de su situación financiera. Para empeorar las cosas, decidieron hacerlo el mismo día que otro banco, Silverlake, decidió anunciar bancarrota.

El jueves, todos recibimos más de un email de algún inversionista sugiriendo que saquemos nuestro dinero de SVB. El resultado fue US$42 mil millones de dólares que intentaron salir del banco el jueves. SVB murió ese día. El FDIC nos dice este lunes cuál es su plan para devolver los otros US$150 mil millones que faltan. Mientras tanto, miles de empleados de varias empresas no han recibido sus salarios y esperan con ansiedad saber qué va a pasar. El miedo puede destruir mucho.