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Opinión

Meritocracia y transparencia

“La elección transparente y meritocrática es una de las medidas clave para recuperar el Buen Gobierno Corporativo en Petroperú y garantizar sus sostenibilidad financiera y empresarial”.

larepublica.pe
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En setiembre pasado, el Directorio de Petroperú aprobó una propuesta de ley para que la elección de su Directorio, incluido su presidente, se realice con transparencia y meritocracia. Según el proyecto, la PCM designaría un Comité que lleve a cabo un Concurso Público para la selección de los postulantes, entre otras medidas.

Criterios parecidos rigen para las empresas públicas en países vecinos, y lo mismo acá para los reguladores (Osinergmin, Ositran, Osiptel). El estándar más alto es el blindaje del Congreso al directorio del BCRP.

Eso no sucede en Petroperú pues su ley de creación es muy laxa. Esto puede afectar su situación financiera y reputacional, como sucedió con el Directorio nombrado en setiembre del 2021. Ahí está la pelea con el auditor de los Estados Financieros (Price) en febrero —gravísimo para una empresa con US$ 4,300 millones de deuda externa— y las acusaciones de corrupción por la compra de biodiesel.

La pérdida de las políticas de Buen Gobierno Corporativo motivó la rebaja en la calificación de riesgo de Fitch y Standard and Poor’s, lo que llevó al cierre de buena parte de las líneas de crédito y originó la crisis de liquidez de abril del 2022 (y el préstamo de US$ 750 millones en mayo).

El nuevo Directorio obtuvo los Estados Financieros auditados por Price y recuperó más de US$ 1,050 millones de líneas de crédito. Pero la confianza no volvió y hubo que recurrir a un aporte de capital por parte del MEF en octubre, lo que gatilló ataques de todo tipo contra la empresa, lo que incluye al propio MEF.

Para todas esas críticas hay respuestas (1). Lo que hoy subrayamos es que muchas han sido ideológicas y no técnicas. La culpa de la crisis de iliquidez la tendría, de un lado, la decisión de construir el “elefante blanco” de la refinería de Talara en el 2014 (que entrará en operación comercial en diciembre) y, de otro, que “no es rentable”. Así, a todas las administraciones se les pone en el mismo saco.

Pero eso implica pasar por alto el problema central: la crisis reputacional originada por la administración anterior. Y no hace hincapié en que esta se agrava cuando “entra por arriba” (caso Odebrecht y socias). Por eso, la elección transparente y meritocrática es una de las medidas clave para recuperar el Buen Gobierno Corporativo en Petroperú y garantizar su sostenibilidad financiera y empresarial.

(1) Ver bit.ly/3FbtGFp