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Opinión

Los gangsters amenazan a Bruno

“El exsecretario afirma que ha tomado la senda de la colaboración con la justicia debido a las amenazas de muerte que ha empezado a recibir. ¿Esos amenazadores ya sabían que Pacheco tenía planes de acusar culpables?”.

larepublica.pe
“El exsecretario afirma que ha tomado la senda de la colaboración con la justicia debido a las amenazas de muerte que ha empezado a recibir. ¿Esos amenazadores ya sabían que Pacheco tenía planes de acusar culpables?”.

Las historias de Bruno Pacheco llaman la atención. Sus US$ 20.000 encontrados en un baño de Palacio cuando él dejaba la secretaría de Pedro Castillo pueden ser vistos como el lanzamiento del oficialismo sospechoso. Temprano se vio que era el eslabón más débil en una cadena de vasta e intensa compadrería, que la Fiscalía está investigando.

Luego de una temporada proclamando su inocencia frente a todo lo que se le imputa, Pacheco acaba de declararse “colaborador con la justicia”. Se evita mencionar la fórmula “colaborador eficaz”, aunque Pacheco ofrece cantar en un tono bastante parecido. Postura similar a la de su amiga Karelim López, que es y no es colaboradora eficaz al mismo tiempo.

Pacheco ofrece un servicio realmente completo, pues se declara dispuesto a decir quién es culpable y quién es inocente, una tarea que más bien parece reservada a los jueces. ¿Su abogado lo ha empujado a esta extraña estrategia de defensa? Debemos pensar que esa labor de culpar y exculpar comenzará por él mismo.

El exsecretario afirma que ha tomado la senda de la colaboración con la justicia debido a las amenazas de muerte que ha empezado a recibir. ¿Esos amenazadores ya sabían que Pacheco tenía planes de acusar culpables? ¿Qué significa en el fondo la frase “Todo ser humano tiene su límite, y yo llegué al mío”?

Las intimidaciones parecen haber resultado contraproducentes, puesto que el atemorizado se ha ido corriendo a la Fiscalía con toda su información. Aunque no se puede descartar que la nueva sinceridad sea parte de alguna enrevesada maniobra legal para salir del paso.

También dice Pacheco que sus acusaciones o exculpaciones solo las hará ante un juez o un fiscal. Suponemos que el sentido de esto es algo así como periodistas abstenerse. ¿Han bastado las amenazas para llevar a Pacheco al confesionario? ¿O la Fiscalía ha descubierto algo que lo obliga a asumir alguna fórmula colaborativa?

Pacheco no es cualquier potencial colaborador con la justicia. La breve trayectoria junto a Pedro Castillo puede haber puesto en sus manos secretos decisivos del mandatario y de su entorno inmediato. Su silencio es, pues, valioso para varios miembros de la cúpula, y justifica bastante más que una llamada anónima de amenaza.