Resulta extraño que esta semana –después de cuatro meses– se anuncie un “desfase” de fallecidos, 3.688 muertos más, y nadie diga nada. El llamado al sinceramiento de las cifras no es nuevo y no solo implicaba hablar de fallecidos, sino también de contagiados. La nueva ministra de salud asegura que con la nueva cifra se cubre el desfase hasta junio, aunque es la primera vez que se reconoce algo así y ya la Contraloría ha empezado una investigación al respecto. Queda claro que la ministra Mazzetti va a tener que estar a la altura y develar lo que haya pasado como poco transparente durante todo este tiempo.
Pero no es la única ministra a la que toca observar, el ministro de trabajo tiene una enorme tarea por delante. Y es que más allá de las críticas centradas en su juventud, más allá de que Pedro Cateriano tenga que salir a justificar su designación, el perfil del ministro ha sido/es pro empresarial. Esto no debería afectar su desempeño, aunque preocupa que en su hoja de vida puedan contraponerse privilegios empresariales en desmedro de derechos laborales. Defensa legal de empresas en litigios contra sindicatos, reestructuración de empresas y disciplina de personal… Estas eran algunas de las cosas que resaltaban dentro de su experiencia.
El factor empleo viene siendo uno de los más golpeados por la paralización económica. No solo se han perdido casi 3 millones de trabajos en Lima Metropolitana, sino que las cifras demuestran que la pandemia afecta, en particular, a las personas más vulnerables: solo 1 de cada 5 adultos mayores recibe algún tipo de pensión y 6 de cada 10 participan activamente del mercado laboral, de los cuales el 80 % se desempeña en la informalidad. La reactivación económica ha probado no ser la solución a este problema y, pese a tener un enfoque de apoyo a las empresas, tampoco parece haber solucionado la situación para los miles de pequeños negocios que quebraron y/o permanecen endeudados, sujetos a un sistema financiero totalmente adverso.
El desempeño del ministro de trabajo estará, sin duda, ligado a la labor que ya viene realizando la ministra de economía y es ahí donde surgen más dudas sobre este gabinete y sus prioridades. Esperemos que no solo se dediquen al juego político, sino que materialicen la ayuda que por tanto tiempo ha venido prometiendo el presidente.
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