El gobierno de Estados Unidos, bajo la administración de Joe Biden, ha dado un nuevo golpe a la industria de semiconductores de China, tras imponer sanciones a 140 empresas clave en el sector. Esta tercera ofensiva de exportaciones, anunciada a finales de noviembre, según el medio Reuters, incluye restricciones a fabricantes de herramientas de semiconductores y empresas que producen chips utilizados en aplicaciones de inteligencia artificial (IA). La medida forma parte de una estrategia más amplia para limitar el acceso del gigante asiático a tecnologías avanzadas, en especial a aquellas relacionadas con la seguridad nacional y el desarrollo de capacidades militares.
El gobierno de EE. UU., bajo la administración de Joe Biden, ha sancionado a 140 empresas chinas del sector de semiconductores para restringir su acceso a tecnologías avanzadas. Foto: AFP
Entre las empresas más afectadas se encuentra Naura Technology Group, un actor clave en la producción de equipos para la fabricación de chips, junto con otras compañías como Piotech y SiCarrier Technology. Las sanciones también afectan a los chips de memoria de alto ancho de banda (HBM), cruciales para el entrenamiento de sistemas de IA, así como otras herramientas avanzadas para la producción de semiconductores. Esto podría tener un impacto significativo en la capacidad de China para continuar desarrollando estos componentes esenciales.
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La reciente medida de Estados Unidos no es aislada, sino que forma parte de un esfuerzo sostenido para frenar el avance de China en sectores estratégicos como la inteligencia artificial, donde los chips de memoria HBM juegan un papel esencial. Según fuentes cercanas a la administración de Biden, el objetivo es evitar que los avances tecnológicos de China, que incluyen aplicaciones tanto comerciales como militares, puedan amenazar la supremacía de EE. UU. en estas áreas. La industria de semiconductores, que en la actualidad es un pilar para el desarrollo de IA, ha sido un campo de batalla crucial en esta guerra tecnológica.
La medida forma parte de un esfuerzo sostenido de EE. UU. para frenar el avance tecnológico de China en sectores estratégico. Foto: Depositphotos
Además de las empresas chinas, la medida también afecta a proveedores de tecnología de países aliados de EE. UU., como Singapur y Malasia. Sin embargo, Japón y los Países Bajos, cuyos fabricantes de equipos como ASML y Tokyo Electron son esenciales para la producción de litografía avanzada, han negociado exenciones a estas restricciones. Estos países siguen siendo actores clave en la fabricación de herramientas necesarias para la producción de semiconductores, lo que subraya la complejidad de las relaciones comerciales globales en este sector.