En México, una muchacha de 16 años torturó y asesinó a una pareja de ancianos, que la adoptó como si fuera su propia hija.
Era mayo del 2013 cuando la policía de Chihuahua encontró los cuerpos calcinados de la pareja, quienes presentaban signos de haber sido víctimas de un crimen. Tras las primeras investigaciones se determinó que se trataba de Efrén López y Albertina Enríquez, ambos de 90 años.
El único familiar registrado de las víctimas era Ana Carolina López Enríquez. La joven se mostró consternada por lo ocurrido con sus padres. Fue ella misma quien reportó su desaparición, cuando dijo a la policía que todo había estado como siempre antes de perderlos de vista.
La joven había logrado ganarse la compasión de las autoridades, ya que para ellos se trataba de una menor que había quedado en la orfandad.
La historia dio un giro tras los interrogatorios realizados a la pareja de López Enríquez, José Alberto Grajeda, quien no era capaz de sostener una versión clara sobre la situación. Hasta que en un momento de desesperación terminó confesando que él junto a su novia y un tercero, asesinaron a la pareja de ancianos.
Grajeda confesó que el crimen fue cometido como parte de una venganza que planeó su novia porque sus padres adoptivos se habían negado a prestarle el auto, y también el dinero que requería para poder casarse.
Según relató Grajeda a la policía en aquel entonces, Ana Carolina y Mauro Domínguez, el tercer implicado, esperaron a que el padre de la joven saliera de casa y una vez que la esposa quedó sola, ésta la llamó hacia la cocina para que la ayude con un ingrediente de la comida.
En ese momento, Mauro la atacó por la espalda y la asfixió con un cable, ya para asegurarse que estaba muerta, le inyectó veneno para ratas mezclado con cloro.
Cuando el anciano volvió, el plan fue el mismo, solo que en este caso el encargado de asesinarlo fue el novio de Ana Carolina. Una vez que cometieron el crimen, salieron a comer hot dogs, regresaron a la casa y allí se tomaron unas cervezas. Incluso durmieron en la vivienda donde aún estaban los cadáveres.
Ana Carolina tuvo dos cómplices para el asesinato de sus padres adoptivos. (Captura: Infobae)
Al día siguiente cogieron los cuerpos y los llevaron hasta un descampado, donde los arrojaron y quemaron. Posteriormente asistieron a una fiesta de 15 años donde el novio de la adolescente trabajaría como mesero.
El examen psicológico realizado a la joven, reveló que su comportamiento correspondía al de una asesina extremadamente peligrosa, con un nivel de psicopatología más alto en la escala de crímenes más violentos del FBI. Además, de rasgos de sadismo sexual.
La joven fue puesta en libertad cinco años después de su detención. Su caso conmocionó a toda la sociedad mexicana, debido que al ser detenida y reconocer el asesinato, no mostró arrepentimiento alguno.
En el condado de Sussex Occidental (Inglaterra), una madre halló un ratón muerto dentro de una canastilla de plástico de fresas al momento de alimentar a su pequeña de tres años.
La agraviada, identificada como Laura New de 34 años, cogió el objeto y notó al pequeño roedor al fondo de la canastilla. “Fui de compras con mis dos hijos y ella recogió unas fresas que estaban en el estante, pero no me fijé en las que seleccionó. Igual las compramos y nos la llevamos a casa”, señaló.
Laura aseguró que le dio a su hija tres de éstas y antes de poner las frutas en el refrigerador, pensó que una “fresa con moho" estaba en el fondo. Cuando la saqué, me di cuenta que era un ratón. “Fue asqueroso y desagradable”, enfatizó.
Joven inyecta veneno para ratas y quema a pareja de ancianos que la adoptaron