El Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS) es una fuente inestimable de información para quienes vivimos en zonas de alta sismicidad, como las cercanas al Cinturón de Fuego del Pacífico. La Falla de San Andrés es un claro ejemplo de por qué es crucial estar al tanto de las actualizaciones del USGS. ¿Sabes cuál fue la magnitud del último temblor? ¡La prevención es clave para enfrentar los riesgos sísmicos!
Después de un sismo, es fundamental mantener la calma y actuar con precaución. Lo primero es verificar si hay heridos y brindarles primeros auxilios si es necesario. Evita entrar en edificios dañados, ya que podrían colapsar. Usa el teléfono solo para emergencias y mantente informado a través de la radio o fuentes oficiales. Revisa si hay fugas de gas o cortocircuitos y corta el suministro si es necesario. Inspecciona tu hogar en busca de daños estructurales y no uses el inmueble si lo consideras inseguro. Recuerda que pueden ocurrir réplicas, así que mantén la calma y sigue las indicaciones de las autoridades.
La tierra continúa temblando, aún luego del primer sismo, debido a que la corteza terrestre continúa reacomodándose a lo largo de las placas tectónicas. Estos movimientos sísmicos son conocidos como réplicas.
De acuerdo con el USGS el Sur de California, que hace parte del Anillo de Fuego, "tiene el mayor nivel de riesgo por terremotos en los Estados Unidos”
La costa oeste de Estados Unidos registra una notable actividad telúrica por la interacción compleja entre placas tectónicas, como la del Pacífico y la de Norteamérica. En California, la Falla de San Andrés desempeña un papel crucial, mientras que en el noroeste del Pacífico, los procesos de subducción provocan temblores recurrentes. Esta combinación de factores convierte a la región en un laboratorio natural para investigaciones sísmicas a largo plazo.