El Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS) es una fuente inestimable de información para quienes vivimos en zonas de alta sismicidad, como las cercanas al Cinturón de Fuego del Pacífico. La Falla de San Andrés es un claro ejemplo de por qué es crucial estar al tanto de las actualizaciones del USGS. ¿Sabes cuál fue la magnitud del último temblor? ¡La prevención es clave para enfrentar los riesgos sísmicos!
Durante un terremoto es esencial buscar una mesa, superficie resistente o ubicar la columna del edificio. En caso de estar en la calle, evitar arboles, semáforos y hasta edificios.
El terremoto más fuerte en la historia de Estados Unidos ocurrió en 1964 en Alaska, conocido como el Gran Terremoto de Alaska. Tuvo una magnitud de 9.2 y causó enormes daños, incluyendo tsunamis que afectaron la costa oeste del país. Este terremoto es el segundo más potente registrado en el mundo.
Una mochila de emergencia es esencial para estar preparado ante cualquier situación imprevista. Deberías incluir elementos básicos para sobrevivir por varios días en caso de un desastre natural o emergencia. Algunos elementos indispensables son: agua potable, alimentos no perecederos como latas de atún o galletas, un botiquín de primeros auxilios con medicamentos básicos, una linterna con pilas extra, un radio portátil, un silbato, un cuchillo multiusos, una manta térmica, una muda de ropa, un cambio de calzado, documentos importantes (identificación, seguros, etc.) en una bolsa impermeable, y dinero en efectivo.
Hoy, 21 de noviembre, se registró un sismo de menor intensidad en Texas.
Fuente: USGS
Una mochila de emergencia es esencial para garantizar tu seguridad y la de tu familia en caso de una emergencia o desastre natural. Este kit portátil contiene elementos básicos que te permitirán sobrevivir las primeras horas o incluso días, antes de que los servicios de emergencia puedan llegar a asistirte. Al tener una mochila de emergencia siempre lista y a la mano, estarás preparado para enfrentar cualquier situación imprevista, como terremotos, inundaciones, incendios o desastres naturales.
Después de un sismo, es fundamental mantener la calma y actuar con precaución. Lo primero es verificar si hay heridos y brindarles primeros auxilios si es necesario. Evita entrar en edificios dañados, ya que podrían colapsar. Usa el teléfono solo para emergencias y mantente informado a través de la radio o fuentes oficiales. Revisa si hay fugas de gas o cortocircuitos y corta el suministro si es necesario. Inspecciona tu hogar en busca de daños estructurales y no uses el inmueble si lo consideras inseguro. Recuerda que pueden ocurrir réplicas, así que mantén la calma y sigue las indicaciones de las autoridades.
La tierra continúa temblando, aún luego del primer sismo, debido a que la corteza terrestre continúa reacomodándose a lo largo de las placas tectónicas. Estos movimientos sísmicos son conocidos como réplicas.
De acuerdo con el USGS el Sur de California, que hace parte del Anillo de Fuego, "tiene el mayor nivel de riesgo por terremotos en los Estados Unidos”
La costa oeste de Estados Unidos registra una notable actividad telúrica por la interacción compleja entre placas tectónicas, como la del Pacífico y la de Norteamérica. En California, la Falla de San Andrés desempeña un papel crucial, mientras que en el noroeste del Pacífico, los procesos de subducción provocan temblores recurrentes. Esta combinación de factores convierte a la región en un laboratorio natural para investigaciones sísmicas a largo plazo.