Donald Trump será el próximo presidente de EE. UU., según proyecciones de CNN. Sin embargo, su asunción está sujeta a varios pasos del proceso electoral que deben cumplirse antes de su toma de posesión.
El proceso electoral en Estados Unidos está regido por la Constitución, que establece una serie de procedimientos que deben seguirse para la elección y asunción del nuevo presidente. Entre estos, se encuentran la votación del Colegio Electoral y la ceremonia de juramentación.
El 17 de diciembre, los electores emitirán sus votos en cada estado, y el conteo de estos se llevará a cabo el 6 de enero de 2025 en la Cámara de Representantes. Finalmente, el 20 de enero de 2025, Trump asumirá oficialmente el cargo de presidente.
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El proceso electoral en Estados Unidos es complejo y está diseñado para garantizar la representación adecuada de los ciudadanos. El Colegio Electoral, compuesto por electores de cada estado, es el encargado de elegir al presidente y vicepresidente. Este sistema busca equilibrar el poder entre los estados y la población, permitiendo que cada estado tenga un peso proporcional en la elección.
Las fechas clave en el proceso de asunción de Donald Trump son fundamentales para entender cómo se lleva a cabo la transición de poder. El 17 de diciembre, los electores se reunirán en sus respectivas capitales para emitir sus votos. Posteriormente, el 6 de enero de 2025, se realizará el conteo de los votos en la Cámara de Representantes, donde se confirmará oficialmente al nuevo presidente.
La toma de posesión del nuevo presidente se llevará a cabo el 20 de enero de 2025. En esta ceremonia, el presidente electo pronunciará la frase de juramento estipulada en la Constitución: “Juro (o afirmo) solemnemente que ejerceré fielmente el cargo de presidente de Estados Unidos, y hasta el límite de mi capacidad, preservaré, protegeré y defenderé la Constitución de Estados Unidos”.
Tradicionalmente, el presidente de la Corte Suprema de EE. UU. es quien toma el juramento al nuevo presidente. Sin embargo, ha habido excepciones notables en la historia, como el caso de Sarah Hughes, quien juramentó a Lyndon B. Johnson tras el asesinato de John F. Kennedy. Este evento resalta la importancia y solemnidad de la ceremonia de juramentación en la política estadounidense.