En noviembre, la Administración del Seguro Social en Estados Unidos ha confirmado un pago especial para un grupo selecto de jubilados que cumplan con requisitos específicos. Para alcanzar el beneficio máximo de US$ 4.873, los beneficiarios deben haber cumplido con al menos tres condiciones establecidas por la SSA: retrasar la solicitud de beneficios hasta los 70 años, trabajar un mínimo de 35 años y contar con un historial de ingresos elevados.
La SSA busca brindar estabilidad económica a sus beneficiarios mediante estos ajustes en el calendario de pagos. Foto: Cronista
Este grupo, conocido como “grupo 2,” verá el depósito reflejado el 13 de noviembre, una fecha muy esperada por quienes dependen de estos ingresos para su economía mensual. Sin embargo, aunque es poco común recibir el monto completo, esta cifra es un reconocimiento para aquellos que lograron optimizar sus cotizaciones durante su vida laboral.
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Para organizar mejor los pagos de noviembre, la SSA distribuye los depósitos en función de la fecha de nacimiento y del grupo al que pertenece cada beneficiario.
La SSA recomienda a todos los beneficiarios consultar el calendario oficial para organizar adecuadamente su presupuesto mensual y evitar confusiones en las fechas.
La SSA busca brindar estabilidad económica a sus beneficiarios mediante estos ajustes en el calendario de pagos. Foto: A24
Además de los pagos para jubilados, la SSA ha ajustado el calendario para beneficiarios del programa de Ingreso de Seguridad Suplementario (SSI). Debido a que el 1 de diciembre cae en domingo, los beneficiarios del SSI recibirán dos depósitos en noviembre: uno en la fecha regular y el segundo anticipado al último día hábil de noviembre. Este apoyo financiero es fundamental para personas con bajos ingresos que dependen de estos fondos para cubrir sus necesidades básicas. La SSA recomienda a estos beneficiarios verificar su información bancaria para garantizar que los fondos lleguen sin inconvenientes.
Con estos ajustes en el calendario, la SSA se esfuerza en proporcionar estabilidad económica a sus beneficiarios, organizando los pagos para que los beneficiarios puedan planificar con anticipación y cubrir sus necesidades esenciales.