Para muchos inmigrantes en Estados Unidos, el matrimonio con un ciudadano americano representa no solo una unión familiar, sino también una vía hacia la estabilidad migratoria y económica. Al casarse con un ciudadano estadounidense, una persona adquiere la posibilidad de obtener la residencia permanente (Green Card), que le permite vivir y trabajar de manera legal en el país. Además, existen otros beneficios importantes, como el acceso a programas de asistencia y protección bajo las leyes federales.
La solicitud de una Green Card a través del matrimonio implica un proceso regulado por el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS). Esta gestión puede abrir muchas puertas, incluyendo el acceso a la ciudadanía americana después de un periodo de tres años de residencia. A continuación, te explicamos los beneficios más relevantes de casarse con un ciudadano estadounidense y cómo realizar este proceso.
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El beneficio migratorio principal de casarse con un ciudadano americano es la posibilidad de obtener una Green Card. Esta tarjeta de residencia permanente permite al beneficiario residir y trabajar legalmente en Estados Unidos. Para obtenerla, el cónyuge ciudadano debe presentar una “Petición de Inmigrante para Familiar Extranjero” a través del formulario I-130 ante el USCIS. Una vez aprobada la solicitud, el cónyuge puede vivir en el país y, tras tres años de residencia, optar a la ciudadanía americana si cumple con los requisitos establecidos.
Este camino hacia la ciudadanía es notablemente más corto en comparación con otras vías migratorias. Mientras que otros residentes permanentes deben esperar cinco años para solicitar la ciudadanía, los cónyuges de ciudadanos estadounidenses solo requieren tres años. Esto permite que miles de personas accedan a los derechos y beneficios de la ciudadanía en un tiempo considerablemente menor.
Además de estabilidad migratoria, los cónyuges de ciudadanos estadounidenses tienen acceso a derechos legales, beneficios gubernamentales y derechos de herencia, garantizando su seguridad económica y oportunidades laborales. Foto: Infobae
Otro aspecto crucial para quienes se casan con un ciudadano estadounidense es la protección legal que ofrecen las leyes federales. Una vez obtenida la Green Card, la persona se encuentra amparada por el sistema legal estadounidense y tiene acceso a diversos derechos y beneficios adicionales.
Entre estos derechos destaca la posibilidad de obtener un número de Seguro Social, lo que le permite acceder al sistema de seguridad social y a beneficios laborales. Este número también facilita el proceso de empleo, ya que muchos empleadores en Estados Unidos lo solicitan. Adicionalmente, quienes cuentan con residencia legal pueden obtener una licencia de conducción en el estado donde residen, facilitando así su movilidad y acceso a oportunidades laborales.
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Casarse con un ciudadano estadounidense también abre la puerta a ciertos beneficios gubernamentales para el inmigrante. Según su situación económica, el beneficiario de una Green Card puede solicitar ayuda a través de programas federales como cupones de alimentos, Medicaid o Medicare, y seguro de salud para niños, siempre y cuando cumpla con los requisitos de elegibilidad. Estos beneficios ofrecen un apoyo importante para los inmigrantes que están construyendo una nueva vida en Estados Unidos.
Asimismo, en caso de que el ciudadano estadounidense fallezca, el cónyuge extranjero tiene derecho a heredar activos y propiedades, incluso si no existe un testamento, lo cual le brinda seguridad económica. Este derecho garantiza que la persona pueda acceder a los bienes del cónyuge y mantener su estabilidad financiera en momentos difíciles.