Brasil se perfila como el principal productor de petróleo crudo en Sudamérica, compitiendo directamente con Estados Unidos en el mercado energético mundial. Con una proyección de producción de 1,3 millones de barriles diarios, el país sudamericano se posiciona como un jugador clave en la industria petrolera global.
La riqueza de las reservas del Presal y la inversión en proyectos offshore han sido factores decisivos en este crecimiento. A medida que Brasil incrementa su capacidad de extracción, se estima que contribuirá con aproximadamente el 23% de la producción global de petróleo crudo y condensado en alta mar para el año 2025.
El éxito de Brasil en el sector petrolero se atribuye en gran medida a la productiva capa del Presal, lo que ha permitido a Petrobras liderar numerosos proyectos en aguas profundas. Con 29 iniciativas activas, se espera que desarrollos como Bacalhau, Buzios V (Franco) y Lula Oeste tengan un impacto significativo en la producción total del país.
Effuah Alleyne, analista de Global Data, señala que estos proyectos no solo han fortalecido la economía de Brasil, sino que también han ayudado a que Sudamérica supere a América del Norte en producción offshore en 2023. La capacidad de Brasil para capitalizar sus recursos naturales ha sido fundamental para su ascenso en el escenario energético global.
Se proyecta que Brasil alcanzará una producción de aproximadamente 4 millones de barriles diarios para 2025, lo que podría posicionarlo por encima de Estados Unidos en la producción de crudo offshore. Aunque Estados Unidos sigue siendo un líder global, su producción estimada de 655.000 barriles por día representará alrededor del 11% de la producción mundial, con Arabia Saudita manteniendo una fuerte presencia, aunque su liderazgo será desafiado por la expansión de otros productores.
Con inversiones en tecnología y exploración, Brasil se consolida como uno de los líderes en producción de petróleo, proyectando un futuro prometedor en el mercado energético global. Foto: Energía
El crecimiento de la producción petrolera en Brasil se ha sustentado en grandes inversiones en tecnología y exploración. Estas inversiones han permitido al país mejorar tanto en extracción como en refinación, además de descubrir nuevas reservas y explotar yacimientos existentes.
La estabilidad política y económica, junto con políticas que promueven la inversión extranjera, han favorecido un entorno de desarrollo positivo en el sector energético brasileño. Esto ha consolidado a Brasil entre las diez principales potencias mundiales en producción de petróleo.
La Agencia Internacional de Energía (AIE) proyecta que Brasil podría superar a Estados Unidos como el mayor productor de petróleo crudo en 2025. Este cambio en la dinámica global del mercado energético no solo desafía a los líderes tradicionales, sino que también abre nuevas oportunidades para políticas energéticas sostenibles en la región.
Con un enfoque en innovación y sostenibilidad, Brasil se posiciona para liderar el futuro del petróleo en Sudamérica, abriendo un nuevo capítulo en la historia de la producción energética mundial.