Con el triunfo de Donald Trump en las elecciones, miles de inmigrantes en Estados Unidos, especialmente aquellos bajo el Estatus de Protección Temporal (TPS), enfrentarán nuevos desafíos para obtener la residencia permanente. La administración ha propuesto restricciones en el acceso a la Green Card para ciudadanos de Nicaragua, Haití, Venezuela y Cuba que actualmente cuentan con TPS, limitando sus posibilidades de regularizar su estatus en el país. Esta medida, implementada por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), podría llevar a que muchos de estos inmigrantes enfrenten un futuro incierto y, potencialmente, un riesgo de deportación a partir de 2025.
El TPS fue establecido para brindar protección a ciudadanos de países impactados por conflictos, desastres naturales y crisis graves, permitiéndoles una estadía temporal y permiso de trabajo en Estados Unidos. Sin embargo, esta protección es solo temporal, y la decisión del DHS de no prolongar el TPS ni facilitar el acceso a la residencia permanente dificulta la posibilidad de establecerse de forma definitiva. Esto implica que, una vez finalice el periodo vigente de TPS, muchos de estos inmigrantes podrían quedar en situación irregular.
Existen múltiples vías para obtener una Green Card, como el patrocinio familiar, el empleo, el asilo o la lotería de visas. Foto: Epoxydude
La eliminación de la posibilidad de obtener la residencia afecta particularmente a inmigrantes de cuatro países. Para los cubanos, aunque existe la Ley de Ajuste Cubano que permite a algunos acceder a la residencia permanente, esta alternativa no cubre a todos los que tienen TPS, dejando a muchos en una posición vulnerable. En el caso de Venezuela, la crisis humanitaria ha empujado a miles a buscar estabilidad en Estados Unidos; sin embargo, la nueva política limita sus opciones para lograr la residencia.
Nicaragua y Haití también se encuentran en situaciones críticas: la crisis sociopolítica de Nicaragua y la inestabilidad en Haití, agravada por desastres naturales, han llevado a miles de ciudadanos a refugiarse en EE. UU. Sin acceso a una residencia permanente o una extensión automática de TPS, los inmigrantes de estos países podrían enfrentar serias limitaciones para continuar legalmente en el país.
Para los inmigrantes latinos afectados por estas nuevas restricciones, el anuncio ha generado una gran incertidumbre y temor sobre el futuro. Aunque algunos cubanos podrían beneficiarse de la Ley de Ajuste Cubano, la realidad es que muchos no calificarán, dejándolos con pocas opciones. En tanto, los venezolanos, nicaragüenses y haitianos, cuyos países enfrentan graves crisis económicas y políticas, verán aún más reducidas sus posibilidades de establecerse permanentemente en Estados Unidos, lo que podría llevar a una ola de deportaciones.
La decisión de limitar el acceso a la Green Card para estos inmigrantes plantea un futuro complejo, ya que el TPS, que hasta ahora les brindaba una solución temporal, se volverá insuficiente para quienes desean construir una vida estable. A medida que la administración de Trump asuma el liderazgo, se espera que este tema continúe siendo motivo de debate y atención en los próximos años, con un fuerte impacto en las comunidades latinas que buscan oportunidades de regularización en EE. UU.