Un estudiante chino de la Universidad de Michigan se enfrenta a graves cargos tras votar ilegalmente en las elecciones de EE. UU. El joven, que no es ciudadano estadounidense, utilizó documentos falsos para registrarse y sufragar en Ann Arbor.
La Secretaria de Estado de Michigan, Jocelyn Benson, y la oficina del Fiscal del Condado de Washtenaw han confirmado la presentación de cargos contra el estudiante de 19 años. A pesar de que su boleta fue emitida, se considera que su voto no debería ser contabilizado debido a su estatus migratorio.
El incidente ha generado preocupación sobre la integridad del proceso electoral en un momento crítico, a pocos días de las elecciones presidenciales. Las autoridades han subrayado la importancia de la legalidad en el sufragio y las consecuencias de intentar eludir las normas establecidas.
El estudiante, que se encontraba legalmente en Estados Unidos, se registró para votar el 27 de octubre utilizando su identificación de estudiante y otros documentos que acreditaban su residencia en Ann Arbor. Sin embargo, firmó un documento en el que se identificaba como ciudadano estadounidense, lo que constituye un acto de perjurio.
La boleta fue emitida en un sitio de votación anticipada en el Museo de Arte de la Universidad de Michigan. A pesar de que el joven se comunicó posteriormente con la oficina del secretario local para intentar recuperar su boleta, las leyes electorales de Michigan establecen que una vez procesada, no puede ser recuperada.
El estudiante enfrenta dos cargos graves: perjurio y ser un elector no autorizado. Según la legislación de Michigan, el cargo de elector no autorizado es un delito grave que puede acarrear hasta cuatro años de prisión y una multa de hasta 2.000 dólares. Este caso pone de relieve las serias implicaciones legales que pueden surgir de acciones ilegales en el contexto electoral.
Las autoridades han enfatizado que este tipo de incidentes no solo afectan al individuo involucrado, sino que también pueden socavar la confianza pública en el sistema electoral. La situación se convierte en un recordatorio de la importancia de cumplir con las leyes y regulaciones que rigen el proceso de votación en Estados Unidos.