La Administración del Seguro Social de Estados Unidos (SSA, por sus siglas en inglés) ha confirmado que millones de beneficiarios recibirán sus pagos esta semana. Este organismo, que proporciona apoyo financiero, ofrece beneficios a personas mayores y ciudadanos con discapacidad.
Las autoridades siguen un calendario mensual para distribuir estos fondos, garantizando así la asistencia continua a quienes lo necesitan. Descubre el cronograma oficial a continuación en esta nota especial de la República.
Según el calendario publicado a principios de año, este viernes 1° de noviembre, los beneficiarios del Ingreso de Seguridad Suplementario (SSI) recibirán sus depósitos. Asimismo, los jubilados que hayan solicitado beneficios antes de mayo de 1997 también verán sus pagos en esta fecha.
El primer pago de noviembre incluye un máximo de 943 dólares para individuos y 1415 dólares para parejas, con el monto ajustado según ingresos, bienes y situación de vivienda de los beneficiarios. De este modo, la SSA de Estados Unidos garantiza que los recursos se distribuyan conforme a las condiciones económicas.
Los cheques se distribuirán en tres fechas programadas para optimizar la liquidación de haberes según la fecha de nacimiento del beneficiario en Estados Unidos. Los pagos se realizarán el segundo, tercero y cuarto miércoles del mes de la siguiente manera:
El 1° de noviembre, los beneficiarios del ingreso de seguridad suplementaria (SSI) en Estados Unidos, un programa para adultos con discapacidad y personas mayores de bajos ingresos, recibirán su pago mensual. Además, recibirán un segundo cheque el 29 de noviembre, correspondiente al mes de diciembre, ya que el 1° de diciembre cae en domingo y el gobierno adelantará el pago.
Por lo tanto, los beneficiarios del SSI recibirán dos pagos en noviembre, pero ninguno en diciembre, lo que recuerda la situación de agosto, cuando el 1.º de septiembre también cayó en domingo.
A través de varios programas, la Administración de la Seguridad Social asegura la continuidad de los ingresos para aquellos que han dejado de trabajar por completo o han reducido sus horas laborales. Estos beneficiarios reciben pagos de jubilación que reemplazan una parte de sus ingresos anteriores, ofreciendo así un apoyo económico tras años de contribuciones al sistema laboral.
Además de los jubilados, la SSA también asiste a personas con enfermedades o condiciones médicas que les impiden trabajar por al menos un año o que amenazan su vida. Esta asistencia se extiende a familiares de beneficiarios, incluyendo cónyuges sobrevivientes, hijos menores y, en algunos casos, hijos adultos con discapacidades.