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Estados Unidos

Avon se declara en bancarrota con una deuda mayor a US$1.000 millones y más de 386 demandas en Estados Unidos

Avon, la reconocida marca de cosméticos, atraviesa una grave crisis financiera en Estados Unidos debido a una deuda millonaria que supera los mil millones de dólares.

Avon se declara en bancarrota con una deuda mayor a US$1.000 millones. Foto: composición LR/Freepik/essanews

Avon, una de las marcas más reconocidas en la industria de la belleza, ha solicitado formalmente la protección por bancarrota en Estados Unidos, revelando una deuda que supera los 1.000 millones de dólares. Esta situación se agrava con la existencia de 386 demandas legales contra la empresa, lo que ha exacerbado su crisis financiera. La noticia ha generado conmoción, dado el histórico prestigio de la compañía, que alguna vez fue sinónimo de éxito en la venta directa de productos de belleza.

El anuncio de bancarrota llega en un momento crítico para Avon, cuya matriz, Natura &Co, ha estado luchando para revitalizar la marca en un mercado cada vez más competitivo y saturado. La decisión de acogerse al Capítulo 11 de la Ley de Quiebras en Estados Unidos marca un punto de inflexión para la empresa, que durante años ha enfrentado desafíos tanto económicos como legales, sin lograr una recuperación sostenida.

La famosa marca de belleza atravesaba por una crisis financiera desde hace muchos años. Foto: Avon.es

¿Por qué Avon se declara en bancarrota?

La bancarrota de Avon en Estados Unidos es un reflejo de problemas financieros que se han acumulado durante años. La empresa ha enfrentado una creciente presión económica debido a la disminución en sus ventas y a la incapacidad de adaptarse rápidamente a un mercado que ha cambiado drásticamente con la digitalización y la llegada de nuevos competidores. A pesar de varios intentos de reestructuración y la introducción de nuevas estrategias de marketing, la compañía no logró revertir su declive.

Además, la situación se complicó aún más cuando Avon se vio obligada a lidiar con una serie de problemas legales que afectaron significativamente su estabilidad financiera. Las demandas presentadas contra la empresa han drenado sus recursos, contribuyendo al creciente endeudamiento que ahora amenaza su viabilidad. Natura &Co, que adquirió Avon en 2020, intentó implementar una serie de medidas para reducir costos y mejorar la rentabilidad, pero estas no fueron suficientes para contrarrestar los efectos negativos acumulados.

Natura se hizo de Avon en el año 2020, una medida que buscó ayudar a la economía de la compañía hoy en bancarrota. Foto: Fashion Network

Demandas en contra de Avon

El número de demandas que enfrenta Avon, más de 386, es otro factor clave que ha llevado a la empresa a solicitar la bancarrota. Estas demandas incluyen desde casos relacionados con publicidad engañosa hasta litigios por productos que supuestamente han causado daño a los consumidores. Estas acciones legales, además de dañar la reputación de la marca, también han generado costos legales significativos que la empresa ha tenido que absorber en un momento en que sus finanzas ya estaban en apuros.

Además, algunas de estas demandas están relacionadas con problemas de cumplimiento normativo y acusaciones de mala gestión empresarial, lo que ha intensificado la crisis de confianza tanto entre los inversores como entre los consumidores. Kristof Neirynck, CEO de Avon Products, ha reconocido que estas demandas han sido un factor determinante en la decisión de declararse en bancarrota, ya que la compañía no pudo encontrar una solución viable para enfrentar la cantidad creciente de litigios.

El CEO de Avon, Kristof Neirynck, ha explicado que la decisión de declarar la bancarrota de la compañía se debe a los litigios. Foto: Pambianco beauty

¿Cuándo Avon pagará la deuda?

La declaración de bancarrota bajo el Capítulo 11 otorga a la compañía la oportunidad de reorganizar sus deudas y establecer un plan de pagos. Sin embargo, la magnitud de la deuda, que supera los 1.000 millones de dólares, sugiere que el proceso de pago será largo y complejo. Según las leyes de quiebras en Estados Unidos, Avon tendrá que presentar un plan de reestructuración que será evaluado por un juez, quien decidirá sobre la viabilidad del mismo y el orden de prioridad para el pago a los acreedores.

Es importante destacar que, durante este proceso, la empresa continuará operando bajo un esquema de protección que le permitirá mantener sus actividades comerciales mientras intenta resolver su situación financiera. No obstante, el éxito de este proceso dependerá en gran medida de la capacidad de Avon para generar ingresos suficientes para cumplir con sus obligaciones y de la disposición de los acreedores para aceptar los términos propuestos.