Por Luis Cuadros
Cada vez hay una mayor cifra de migrantes que buscan ingresar a los Estados Unidos sin una VISA o algún otro permiso legal. Aunque la cantidad de arrestos de inmigrantes mexicanos y centroamericanos en los principales cruces fronterizos ha disminuido, hay más presencia de peruanos, venezolanos y ecuatorianos que intentan llegar hasta el país norteamericano, según datos del Departamento de Seguridad Nacional (DHS).
Con base en las cifras del Departamento de Transporte de Texas (TxDOT), Texas y México comparten 1.254 millas de frontera común y están unidos por 28 puentes internacionales y cruces fronterizos. Este número incluye dos presas, un ferry tirado a mano y otros 25 cruces que permiten el tráfico comercial, vehicular y peatonal.
Este es el alambre de púas en frontera de Texas. Foto: CDN
Una de las zonas más peligrosas donde miles de inmigrantes intentan cruzar es por el río Bravo, en Texas, que a pesar de tener poca profundidad, tiene segmentos que alcanzan hasta los 2,5 metros rodeados de escombros en todo el lecho del caudal.
En Matamoros, una ciudad del nororiental estado de Tamaulipas, México, se ubica a la orilla del sur del río Grande, al otro lado de la frontera con la ciudad de Brownsville, Texas, en los Estados Unidos.
A pesar de una coordinación existente entre el Instituto Nacional de Migración, del Ejército, la Guardia Estatal y la Guardia Nacional para vigilar la ribera del río Bravo, no se tiene personal suficiente debido a que los migrantes puedan cruzar a cualquier hora del día por el río hacia los Estados Unidos.
La ciudad de McAllen está ubicada en el estado de Texas, al sur de Estados Unidos, y colinda con la ciudad de Reynosa, estado de Tamaulipas en México, uno de los pasos más buscados por los migrantes irregulares, debido a que es el paso más próximo al país del sueño americano.
Según datos de los agentes de la Aduana y Protección Fronteriza (CBP), cerca de 300 migrantes son detenidos a diario en el río Grande en McAllen, Texas.
Los agentes relatan que cientos de migrantes son abandonados en las riberas por los traficantes conocidos como los “coyotes”, quienes al ver alguna presencial policial abandonan a los migrantes para evitar ser arrestados.
La pasividad del río Grande suele ser confusa debido a muchos factores. En algunas zonas, el caudal puede incrementarse, y en diferentes áreas los migrantes se enfrentan a otro peligro, toparse con animales salvajes.
Aunque el río Grande tiene lugares poco profundos, no es el caso de McAllen, donde la profundidad oscila entre 1,5 y 9 metros, de acuerdo a la ubicación.
Otros riesgos a los que migrantes se enfrentan son los animales que usualmente atacan a los humanos en la zona, entre ellos jabalíes, serpientes, en el río, cocodrilos, lagartos, entre otras especies.
Con base en las cifras de CBP, hasta octubre de 2021 en el sector del Valle del Río Grande, 508 personas sufrieron un incidente y fueron rescatadas por la Patrulla Fronteriza, otras 949 fueron rescatadas en el mismo sector.