Todo lo que sube tiene que bajar. El 27 de septiembre de 1986, un día que los residentes de Cleveland, Ohio, en los Estados Unidos, desearían poder borrar de sus memorias, comenzó con un ambiente festivo que rápidamente se tornó en desastre. Un ejército de voluntarios se había reunido con la esperanza de establecer un nuevo récord mundial al inflar millones de globos, todo en nombre de una buena causa: la recaudación de fondos.
El incidente dejó dos fallecidos, conductores sin poder ver el trayecto de la pista y eso originó accidentes de tránsito. Además, los daños principales y preocupantes fueron directamente hacia el ecosistema del planeta.
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El evento, conocido como “Ballonfest”, fue hecho por la organización benéfica United Way of America, que reunió a más de 100.000 entusiastas en la plaza central de la ciudad para participar en este desafío monumental. Después de inflar una asombrosa cifra de un millón y medio de globos con helio y colocarlos cuidadosamente bajo una red en una estructura rectangular de 76 metros, se prepararon para el gran lanzamiento.
"Querían poner a Cleveland en el libro Guinness de los récords mundiales, querían hacer algo más grande y mejor que nadie", detalló John Grabowski, historiador jefe de la Sociedad Histórica de Western Reserve.
Inicialmente, la multitud se llenó de asombro y alegría al ver el espectáculo desplegado en el cielo. Sin embargo, la felicidad duró poco. Pronto se hizo evidente el grave error que habían cometido: habían causado una contaminación irreversible, debido a los materiales de los globos, y desencadenado un caos considerable en toda la ciudad.
Los organizadores habían planeado que los globos, hechos de un material flexible, se elevaran hacia el cielo. Sin embargo, el viento y la lluvia dispersaron los globos por edificios, carreteras y bosques. El impacto más devastador ocurrió unas horas después, afectando a dos hombres, Raymond Broderick y Bernard Sulzer, que navegaban en el lago Erie.
Ambos hombres habían caído de su barco mientras pescaban en las frías aguas y necesitaban desesperadamente la ayuda de los servicios de rescate. Pero la gran cantidad de globos que flotaban en el área dificultó su localización.
La ayuda de los helicópteros no pudo concretarse en el momento, pues el hecho no permitía que el vehículo aéreo se transporte por el cielo.
Los globos de Cleveland ascendiendo hacia el cielo. Foto: El Heraldo de México
Finalmente, tras varias horas, los equipos de rescate consiguieron acceder a la zona del suceso. Lo que encontraron fue una vista inusual: un mar de globos multicolores que se extendía hasta donde alcanzaba la vista, ocultando las caras de aquellos que se encontraban desaparecidos.
Después de una serie de acciones intensivas, despeje del área y tácticas implementadas a toda prisa, la noticia que recibieron los miembros de la Guardia Costera de los Estados Unidos fue un golpe devastador: ambos habían perecido por ahogamiento. Sus cuerpos fueron hallados en la costa, a una corta distancia del lugar del naufragio.
Los cuerpos fueron hallados horas demasiado tarde. Autoridades no podían localizarlo por tanto globo en las calles. Foto: BioBioChile
Un año antes, 1985, Disneyland había lanzado un millón de globos para conmemorar su cumpleaños número 84 de Walt Disney, logrando de esta manera tener el récord para el libro Guinness.
Walt Disney fue el creador del parque temático más visitado en el mundo. Foto: Aquí Madrid
El Libro Guinness de los Récords es una obra de referencia que se publica anualmente. Contiene una colección de récords mundiales, tanto de logros humanos como del mundo natural.
Este libro en sí mismo tiene un récord, ya que es la serie de libros más vendida con derechos de autor de todos los tiempos. Además, es uno de los libros más robados de las bibliotecas públicas en Estados Unidos.
The Grefg, streamer español posando con su certificado tras ingresar al récord Guinness. Foto: Movistar eSports.