En un mundo acelerado, la velocidad en el transporte puede definir el ritmo del desarrollo de una nación. Mientras países como Japón y China disfrutan de la eficiencia y rapidez de sus trenes bala, en Estados Unidos este tipo de transporte sigue siendo más un concepto que una realidad.
Sin embargo, este fenómeno no es accidental ni resultado de una simple preferencia por otros medios de transporte. Los intentos por desarrollar trenes de alta velocidad en Estados Unidos se han encontrado con una serie de obstáculos que en breves instantes te contaremos.
Un tren bala es un tipo de tren de alta velocidad que se caracteriza por su capacidad para alcanzar velocidades extremadamente rápidas, de hasta 603 kilómetros por hora. Estos son bien conocidos por su diseño aerodinámico, que minimiza la resistencia al aire y maximiza la eficiencia de velocidad.
Asimismo, son originarios de Japón, donde se les conoce como Shinkansen, y se han expandido en su uso a varios otros países. Ofrecen un medio de transporte rápido, sostenible y eficiente entre ciudades principales.
N700S, el nuevo tren bala Shinkansen, de Japón, es capaz de alcanzar los 360 km/h. Foto: Wikimedia
La ausencia de trenes bala en Estados Unidos puede atribuirse a múltiples factores. Primero, la vasta extensión del país complica la implementación de infraestructura, que necesitaría ser excepcionalmente larga y costosa.
Además, el fuerte lobby de las industrias automotriz y petrolera ha influenciado durante décadas las políticas de transporte, ya que favorece la construcción de carreteras y la preferencia por el uso de automóviles.
Por otro lado, los elevados costos de construcción y mantenimiento de líneas de alta velocidad no han convencido a los legisladores ni a los contribuyentes. Por ejemplo, proyectos como el de California han enfrentado presupuestos inflados y retrasos significativos, lo cual ha ido disuadiendo a otros Estados de emprender iniciativas similares.
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A pesar de los desafíos, no todo es pesimismo en el panorama de los trenes de alta velocidad en Estados Unidos. Proyectos en California y Texas sugieren un cambio en la actitud hacia este tipo de transporte.
El proyecto californiano, por ejemplo, anunció, el lunes 22 de abril, que iniciaría su construcción a cargo de la empresa Brightline West, la cual busca conectar Los Ángeles con el sur de California y se tiene estimado que estará listo para los Juegos Olímpicos 2028.
Por otro lado, el proyecto ferroviario de Texas es una iniciativa privada que busca conectar Houston con Dallas mediante un servicio que promete ser revolucionario.
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Japón y China tienen algunos de los trenes más rápidos del mundo debido a sus significativas inversiones en tecnología de transporte y una fuerte voluntad política para desarrollar y mantener estas redes.
Por un lado, Japón fue pionero en la tecnología de trenes bala con su famoso Shinkansen, lanzado en 1964, que estableció un modelo de eficiencia y velocidad.
China ha seguido esta tendencia y ha expandido rápidamente su red de trenes de alta velocidad en las últimas décadas, por lo que ha logrado la red más grande del mundo en este sector, gracias a políticas gubernamentales que favorecen la infraestructura masiva y la innovación tecnológica.