No es un “enfermo del fútbol”. No se levantaba a las 6 de la mañana para ver los primeros partidos de la fase de grupos del Mundial –salvo el de Argentina, claro–.
Giancarlo Granda (34), narrador y comentarista del canal deportivo Gol Perú, no “come, duerme ni sueña fútbol”, como muchos de sus colegas.
Dice que no le da la vida para estar pendiente de todos los partidos de Qatar 2022. Que en su vida hay otras cosas. Los amigos. La familia. Ver, en sus ratos libres, su telenovela, Rubí. Su serie favorita, La ley y el orden. Los partidos de la NBA. De la NFL. La Fórmula 1. ¿90 minutos de un Corea-Ghana? No, gracias. Quizás mientras hace otras cosas, como ruido de fondo.
–Para mí el Mundial arranca en octavos – dice con crudeza, esa misma que en ocasiones se le escapa cuando narra partidos del campeonato local–. Me gusta, lo veo, pero no soy un “enfermo del Mundial”. Acabo de ver el Bélgica-Croacia y siento que perdí dos horas de mi vida.
A pesar de que no es el hincha más fanático, Giancarlo está haciendo en su canal de Youtube un programa en vivo comentando los partidos que disputan los equipos más fuertes, como Argentina, Francia y Portugal.
El programa se llama Alma de Mundial. Con el nombre, el narrador participa de las bromas que muchos televidentes hacen sobre su aspecto físico, en especial sobre su delgadez.
Lo mismo pasa con su programa de entrevistas, también en Youtube. Antes de lanzarlo, invitó a sus seguidores en redes sociales a que le propusieran qué nombre ponerle. Le sugirieron “Hambre de Gol”, “Alma Deportiva”, “Futbolero Hasta los Huesos” y cosas así. Al final, Giancarlo le puso “Tiempo Muerto”.
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Más allá del chiste, él dice que hay una lógica detrás del nombre.
–En el básket existe el time out, el “tiempo muerto” o “tiempo fuera”, en el que el juego se detiene y el entrenador da las indicaciones. En el programa, el “tiempo muerto” es el momento en el que el invitado hace un time out y nos muestra el otro lado de su vida cotidiana.
Lanzado en junio de este año, como un proyecto paralelo a su carrera como narrador y comentarista en Gol Perú, el programa ha entrevistado a exfutbolistas, como el ‘Puma’ Carranza y Leao Butrón, y a periodistas deportivos, incluidos algunos de la competencia, como Pedro García y Diego Rebagliati.
Giancarlo también ha entrevistado a gente de otros ámbitos, como la productora Cathy Sáenz y la modelo Aída Martínez, en ediciones que dejaron unos cuantos titulares para las secciones de espectáculos. Su entrevista al ‘Gato’ Cuba, en la que el exfutbolista derramó algunas lágrimas, rebotó en todos los medios.
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–La gente que me sigue es por el fútbol, pero yo no me quiero encasillar con el fútbol –dice–. Yo debo ser uno de los periodistas deportivos que menos fútbol ve. Me gusta, pero no lo consumo todo el día. También veo otros deportes.
Sin embargo, el fútbol estuvo presente en su vida desde pequeño. Y no solo como hincha.
Cuando tenía nueve años, un periodista radial lo escuchó conversando de fútbol con su papá frente a un puesto de periódicos y lo invitó a su programa, en la antigua CPN Radio.
Giancarlo fue panelista durante tres meses.
Y a los diez se integró a un equipo de niños conductores que daban las noticias deportivas en un programa llamado Estos chibolos.
Hace cinco años, después de haber hecho muchas otras cosas en la vida –incluido, ser gerente de hoteles para mochileros–, Giancarlo se incorporó como locutor a la productora Mix Media, que poco después se hizo con los derechos de Gol TV. Luego de demostrar sus capacidades narrando partidos del Brasileirão y de otros torneos, lo invitaron a sumarse al plantel de narradores de Gol Perú.
–Yo tengo un estilo muy particular. Soy muy chacotero, muy bromista, me gusta conversar, narro menos que la mayoría de colegas– dice.
A veces, puede ser muy duro en sus comentarios. Como cuando, en un clásico, dijo que Cristian Benavente “seguía viviendo del tiro libre con Mannucci”. O cuando, en un partido de la Universidad San Martín, dijo que cierto jugador era un lastre para el equipo. El futbolista, que no estaba en la cancha en ese momento, le mandó un mensaje contándole que su madre había escuchado su comentario. Giancarlo se disculpó al aire. Había ido demasiado lejos.
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Los de Alianza lo acusan de ser “crema” y los de la ‘U’, de ser “blanquiazul” (lo dicen con otras palabras). Los de Cristal dicen que les “sala” los partidos. Estadio al que va, no falta un intolerante que le grita unas cuantas cosas.
Y, sin embargo, al ver los comentarios en sus redes sociales, se nota que es muy querido.
A sus seguidores les gusta ese estilo mordaz y ácido que a veces tiene al narrar. Les gusta que tenga una gran correa para las bromas. Giancarlo dice que siempre las toma con buen humor y que no se pica, excepto cuando cruzan los límites. Como la vez, en un Año Nuevo, cuando un insensato lanzó la falsa noticia de que había fallecido en un departamento en Miraflores, asustando a todos sus seres queridos.
Aunque Daniel Peredo siempre va a ser un referente, para él y para todos los narradores, dice que su mayor influencia es “Rulito” Pinasco. Giancarlo creció en los noventa, oyendo su voz narrar los partidos del Campeonato Descentralizado, pero, además, lo vio conducir otro tipo de programas en televisión y, de alguna manera, le señaló un camino.
–Si alguien me pregunta cómo quisiera llegar a ser, diría que como Rulito Pinasco –dice–. Yo no quiero que me encasillen como el narrador o el comentarista de fútbol. Yo soy comunicador. Yo creo que en algún momento puedo conducir un programa de fútbol o un programa de baile, o sea, quiero ampliar el horizonte.
Pero, además, hay otro sueño. –Mi objetivo es narrar un partido de la selección. Y mi sueño, narrar un partido de la selección en un mundial. Pero no me desespero. Todo llega a su debido tiempo.