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Domingo

Rafael Roncagliolo: “Nunca América Latina estuvo tan fragmentada”

Excanciller. Sociólogo y docente universitario.

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Rafael

El excanciller explica las razones de la presión de Donald Trump en la elección del presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), un proceso que desnuda la desunión de los países de la región y su incapacidad de defender que sea un latinoamericano quien dirija los destinos de este estratégico banco multilateral, que ayuda al desarrollo de nuestras naciones.

¿Duele la reciente elección del nuevo presidente del BID?

Hay una fragilidad de la mayoría de los gobiernos latinoamericanos para obedecer sin chistar las instrucciones del presidente Trump. Esto contrasta con la posición europea que apoyó el ideal latinoamericano. En ese sentido, duele, da pena, pero a la vez, se constata la tremenda reacción en toda la región, y en Europa con posiciones fuertes con presidentes como Macron y Felipe González. En América Latina más de 20 expresidentes, más de 40 excancilleres, unas 500 personas de peso político, a través de diversos documentos, expresaron su rechazo a esta imposición. Por un lado duele, pero por otro lado permite advertir que hay energía en la defensa de la autonomía latinoamericana que está muy viva.

La elección fue con un solo candidato, el norteamericano Mauricio Claver-Carone, porque las candidaturas de Costa Rica y Argentina se retiraron. Además, hubo mucha abstención…

La abstención fue muy alta. Los cinco países que presentaron abstención representan un poco más de la mitad del voto latinoamericano. Hay que considerar, del otro lado, que además del sobrepeso del voto de Estados Unidos, estaba el de Venezuela con el de Guaidó, y no es un voto que represente a quien realmente gobierna Venezuela, lo cual no quiere decir que yo defienda la dictadura del señor Maduro.

¿Cómo votó el Perú?

Se abstuvo. Se abstuvieron cinco países, el Perú, Argentina, Chile, México y Trinidad y Tobago. Votaron a favor de Claver-Carone países como Costa Rica, que había tenido antes su propia candidata, Nicaragua, que acaba de recibir un crédito de EEUU y el resto.

¿Por qué el BID es importante para los latinoamericanos?

Es la principal banca de desarrollo en América Latina, la que financia más proyectos de desarrollo en infraestructura, educación, en proyectos que están en el extremo opuesto de lo que piensa el señor Claver-Carone, como por ejemplo la protección de las minorías indígenas, los derechos sexuales, los derechos ambientales, que son muy importantes en el financiamiento del BID y que están fuera del horizonte de su nuevo presidente.

Perú se benefició históricamente de los préstamos del BID…

Por supuesto, muchísimo.

Por eso era necesario un latinoamericano en la presidencia del BID, creada hace más de 60 años, porque un presidente latinoamericano conoce de Latinoamérica, del sentimiento latinoamericano y de sus principales necesidades…

En su pregunta están las palabras del presidente de EE.UU, Eisenhower, en 1959. Eso fue lo que dijo, que el presidente del BID provenga de la región de los países prestatarios y que por lo tanto conozca y sienta sus problemas.

Los expresidentes Juan Manuel Santos (Colombia) y Ricardo Lagos (Chile), pidieron respetuosamente al presidente Vizcarra que por la dignidad latinoamericana se una al pedido de postergación de la elección en el BID. ¿Fue lo mejor el que haya estado ausente de posición?

En el cortísimo plazo quedó bien con Trump, que va seguir en el gobierno menos de dos meses. Y la decisión de mediano y largo plazo era defender los intereses de América Latina, cumplir con la trayectoria internacional del Perú y crear las condiciones para una elección posterior con el nuevo escenario en el que primero se discuta el papel del BID y después la elección. Desgraciadamente, el presidente, prefirió el cortísimo plazo, lo cual fue lamentable para la trayectoria e imagen internacional del Perú y es una contradicción con lo que el Perú ha representado en América Latina a lo largo de toda su historia.

¿Si le hubiese correspondido tomar una decisión desde la cancillería, qué le habría recomendado al presidente Vizcarra?

Esa decisión es del Jefe del Estado, quien dirige la política exterior. Mi recomendación habría sido, sin la menor duda, votar abstención y antes sumarse al pedido de postergar la elección, cuya legitimidad está en cuestión.

¿Por qué es clave para Estados Unidos y para Trump, la presidencia del BID?

No creo que fuera clave para Estados Unidos, sí para Donald Trump. Estados Unidos, como lo manifestaron diversos voceros republicanos y demócratas, y la propia campaña del señor Joe Biden, necesita tener una buena relación con América Latina y esta es una relación, como dice Biden, basada en el garrote.

¿Una mala relación?

Pésima relación. Es muy malo para Estados Unidos este tipo de confrontación con América Latina. Es bueno para el señor Trump, para mantener algunos alfi les después de la elección de noviembre, tanto si gana o pierde.

¿Por qué esta dicotomía entre lo que quiere Donald Trump y lo que le interesa a Estados Unidos?

Estados Unidos necesita ahora más que nunca una buena relación con América Latina porque en otras regiones del mundo está perdiendo hegemonía, y eso lo entiende muy bien el señor Biden. Y en los últimos meses hubo varias agresiones.

¿Cuáles?

Primero, la resolución del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), de 1947, que estaba muy bien enterrado y que se ha querido resucitar a propósito del caso Venezuela. Segundo, la imposición en la OEA del señor Luis Almagro, que ha convertido a la OEA en un mero anexo del Departamento de Estado. Tercero, la agresión contra la Comisión Interamericana de Derechos Humanos por parte del secretario general de la OEA. Cuarto, la elección en el BID. Lo del BID no viene solo, viene en un paquete cuyo resultado va ser distanciar a Estados Unidos de América Latina.

¿Quién será el ganador de ese distanciamiento?

China se beneficiará, porque América Latina tendrá que contar más y más con China en base a una relación menos dependiente. Esto tiene un efecto boomerang para Estados Unidos. Ya lo anunció el vicepresidente del Comité de Asignaciones Presupuestales del Senado de EE.UU, que la presencia de Claver-Carone era lo más contraindicado para aumentar el capital del BID. Por eso, esto va en contra de EE.UU y a favor de los intereses del señor Trump y del señor Claver-Carone, que necesita una chamba desde noviembre.

El gran esfuerzo de excancilleres, expresidentes que buscaban aplazar la elección para la próxima reunión de gobernadores del BID chocó con una Latinoamérica desunida. ¿Estamos ante una peligrosa fragmentación latinoamericana?

Nunca América Latina estuvo tan fragmentada como en este año. Hace poco, Enrique Iglesias decía qué lástima que no se haya conseguido la integración y se haya sacrificado la autonomía de la región. A mí me parece que estos gobiernos latinoamericanos se han olvidado de que son latinoamericanos.

¿Qué buscan los países latinoamericanos en los que primó la estrategia de mantenerse al lado de EE.UU para la elección?

La política del avestruz.

¿Cómo es eso?

Es no mirar lo que está pasando en el mundo y quedarse encerrados en lo que es la realidad desde hace un tiempo. Es no entender que para América del Sur el principal socio comercial es China. China es el primer o el segundo inversionista en casi todos los países. A los países de Latinoamérica y en especial a los de América del Sur les conviene tener relaciones buenas con EE.UU y con China. Lo que está haciendo el señor Trump es arrinconarnos y obligarnos a romper con China, con lo cual habría un perjuicio económico inmediato y por lo tanto iríamos contra nuestro propio interés.

¿La elección de un estadounidense para la presidencia del BID revela que Donald Trump hace de todo con la intención de quedarse nuevamente en la Casa Blanca?

Eso es parte fundamental del argumento, porque él piensa que con esto va conseguir los votos de Florida. Su principal motivación es interna y no de carácter internacional. Pero él no cree en ninguna relación multilateral, por eso abandona la Organización Mundial de la Salud (OMS), genera dificultades con Europa y piensa que lo multilateral debe estar sin servicio o debe desaparecer.

¿El apoyo a Trump revela el viraje de varios gobiernos de la región a la derecha?

Sí, por supuesto. Y es un gran peligro para la democracia como lo dijo el gran lingüista de EEUU, Noam Chomski. Es evidente en el caso de Brasil. El peso de Brasil era muy importante para afirmar la posición de América Latina. México y Argentina han estado por la postergación y votaron abstención, eso habría sido el lugar natural de Brasil; sin embargo se volteó a la propuesta de Trump. Otra cosa, de las seis economías mayores de América Latina, cuatro: Argentina, Chile, México y Perú, estaban en esa posición (la abstención) y solo dos, Brasil y Colombia a favor de Claver-Carone. De los tres países latinoamericanos que participan en el G-20, México y Argentina estaban en esta posición y solo Brasil en contra. Diría que Brasil ha desertado de su visión histórica latino americanista.

¿Hace falta redefi nir el manejo de las relaciones entre Washington y Latinoamérica?

Por supuesto. La gente no tiene por qué conocer la historia, pero la creación del BID no fue un regalo de EE.UU. Fue una exigencia de América Latina encabezada por Juscelino Kubitschek, presidente de Brasil. Lo que ocurre es que el gobierno de Trump está tratando de volver a las peores épocas de la relación interamericana y en eso lo más doloroso es que se hace con la complicidad de América Latina. La mayoría está aceptando eso contra su propio destino histórico. Particularmente es grave en el caso del Perú porque la trayectoria del Perú es latinoamericanista. La trayectoria de Latinoamérica y del Perú no tiene nada que ver con lo que estos gobiernos están haciendo ahora, que son gobiernos de malinches y de felipillos.

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