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Domingo

Instantes eternos del cine peruano

El cine de autor nos dejó historias que reflejaron el Perú más íntimo: la valentía de un fiscal, la homosexualidad en el Ande, las tensiones entre padres e hijos, la reforma que cambió a un país. Canción sin nombre, que se estrenará en 2020, fue la película más premiada en los festivales internacionales.

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Cineasta Melina León y protagonista de Canción sin nombre, Pamela Mendoza.

Una mujer pobre a la que le roban su bebé recién nacida en medio de la crisis de los años ochenta; un fiscal valiente que lucha contra peligrosas bandas de sicarios y la corrupción enquistada en el Poder Judicial; un hijo que descubre que su padre, un respetado retablista ayacuchano, es homosexual.

El cine como todo arte sigue siendo un espacio de catarsis de nuestros secretos y traumas colectivos. El 2019 las producciones nacionales llevaron a la pantalla grande historias en las que nos vimos reflejados y nos confrontaron con nuestra realidad. Los tres argumentos descritos líneas arriba pertenecen, respectivamente, a los largometrajes Canción sin nombre, Casos complejos y Retablo, producciones que dieron gratas sorpresas tras ser exhibidas.

Canción..., ópera prima de la cineasta Melina León, aún no ha sido estrenada en el país (la veremos este 2020) pero durante el año hizo mucho ruido en el extranjero y nos trajo buenas noticias. Después de presentarse en la Quincena de Realizadores del Festival de Cannes, fue premiada en diversos festivales internacionales de cine, acumulando hasta la fecha 31 premios y convirtiéndose en el film nacional más galardonado del 2019 en el mundo.

La directora no sale de la sorpresa: “No pude imaginar que los públicos de tantos países se identificaran así con la película [...]. Me atrevo a decir que el cine peruano pasa por su mejor momento. Para un cineasta de mi generación vivir en Perú hace treinta años era un suicidio, hoy hacer cine es una posibilidad difícil pero real”.

En una entrevista para Lima en Escena, el crítico de cine y conductor del programa El placer de los ojos, Ricardo Bedoya, consideró a Casos complejos de Omar Forero y a En medio del laberinto de Salomón Pérez (que no ha sido estrenada aún en cine comercial) como las películas más importantes del 2019. Aunque estuvo solo cuatro semanas en cartelera, Casos... empatizó con los espectadores por la cercanía de la trama: su protagonista, el fiscal Bardales se enfrenta a organizaciones criminales y la indolencia de autoridades corruptas que liberan a malhechores a cambio de coimas, una problemática muy actual que vimos desentrañada cuando cayeron ‘Los Cuellos Blancos del Puerto’.

Sorpresas y fenómenos

Otra ópera prima revelación fue Retablo, un drama dirigido por Álvaro Delgado-Aparicio, rodado en quechua ayacuchano, que sincera la homofobia y las tensiones entre un padre y su hijo adolescente en una comunidad altoandina. Inolvidable fue la aparición del actor no profesional Junior Béjar (Segundo) en el Congreso en junio pasado donde, tras ser homenajeado, enfatizó porfiando el protocolo: “La ley de cine es importante porque sin ella Retablo no podría haberse hecho. Perú tiene muchas historias que contar”. Y aquí nombramos otro hecho importante para nuestra cinematografía. Cuando el joven ayacuchano dijo estas palabras la Ley de promoción de la actividad cinematográfica y audiovisual aún no había sido ratificada. Vio la luz el 7 de diciembre a través de un decreto de urgencia y, con todas sus limitaciones, los expertos señalan que es un logro.

La revolución y la tierra fue simplemente un fenómeno. Nadie se imaginó que un documental provocaría tantas filias y fobias en el público. Rompió las expectativas de su propio director, Gonzalo Benavente: fue el filme nacional que permaneció más semanas en cartelera (once), fue presentado a exigencia del público en salas del interior del país, y figura en el ránking de las diez más vistas del cine peruano (según la contabilidad del tuitero especializa- do Maykoll Calderón) con más de 88 mil espectadores. Nadie, ni Benavente, pudo adivinar que un hecho tan importante para nuestra vida política y cultural como fue la Reforma Agraria moviera tantas pasiones: “Esto demostró que el cine peruano depende mucho del boca a boca y de mantenerse en cartelera el tiempo suficiente para que las personas vean la película y se pasen la voz”, dijo.

Para todos los gustos

La comedia siguió liderando el gusto del gran público el 2019. Más de 650 mil fueron a ver Once machos 2, la película de Aldo Miyashiro, que narró una vez más las peripecias de un equipo de fulbito de barrio. Recontra loca, La peor de mis bodas 2 y Papá youtuber también lograron récords de taquilla interesantes. Y para los seguidores de las películas de acción, el director Giovanni Ciccia estrenó la tercera parte de Django: en el nombre del hijo cerrando la saga familiar del famoso faite.

Aunque este año menos espectadores fueron al cine en comparación con el 2018, y películas de historias potentes como Norte o La bronca pasaron casi inadvertidas, la directora Melina León -que vive entre Lima y New York-, optimista, insiste en que nuestro cine de autor está dando frutos: “He conocido a jóvenes becados por el Estado estudiando afuera, veo que hay más producciones de las regiones, veo a más peruanos en festivales. Hay muchos sueños realizándose”. Larga vida al cine nacional.