Juan Domingo Perón es uno de los presidentes más emblemáticos que ha tenido Argentina. Fue elegido presidente en tres oportunidades y uno de sus principales logros fue otorgar el voto a las mujeres, algo inédito en Sudamérica para la época.
Pese a ello, tuvo también cuestionables actos. En 1953, Perón —de 58 años en aquel entonces— iniciaría un romance con una menor de edad.
Nélida Haydeé Rivas nació el 21 de abril de 1939 y fue la única hija del matrimonio entre José María Rivas y María Sebastiana Viva. ‘Nelly’ conoció al presidente argentino en agosto de 1953 (a los 14 años) tras la invitación de una amiga a la Unión de Estudiantes Secundarios (UES).
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El fallecimiento de la primera dama, Eva Perón, un año antes todavía afligía al presidente argentino. Por dicho motivo, el ministro de Educación, Armando Méndez San Martín, inventó la UES, agrupación juvenil cultural y deportiva con sede en la Quinta los Olivos, la sede presidencial.
Méndez esperaba que el ánimo de los jóvenes sea transmitido al mandatario, algo que finalmente logró, pero no como esperaba. Lamentablemente, esto terminó en un escándalo que contribuyó al derrocamiento de Perón.
Perón junto a jóvenes de la UES. Foto: Difusión
‘Nelly’ llegó a la sede de la UES acompañando a una amiga que le había invitado a ver películas gratis. Ya en la Quinta, los Olivos, ambas muchachas se encontraron con el mandatario. El encuentro dejó sin palabras a Rivas, algo que explicó Juan Ovidio Zavala en su libro “Amor y violencia, la verdadera historia de Perón y Nelly Rivas”.
“Yo quedé estupefacta ante la sencillez y cordialidad de Perón. (...) En nuestra casa de trabajadores era un dios”, relató la joven a Zavala, quien fue abogado defensor de la familia en los juicios que enfrentarían años más tarde.
Tras ese primer encuentro, el interés de ‘Nelly’ por asistir a la UES creció. Fue así que sus visitas se hicieron cotidianas y el contacto con el presidente más asiduo. Incluso se supo que la joven le pidió que le enseñe a andar en motoneta.
El acercamiento llegó a su punto máximo a fines de año. ‘Nelly’ y una veintena de chicas celebraron Navidad con Perón. En su libro “Las mujeres de Perón”, Araceli Bellota cuenta que el presidente eligió a Rivas para que se sentase a su diestra en la mesa.
Las celebraciones continuaron en Año Nuevo. Esta vez, Nélida y otras cuatro chicas fueron las que pasaron la fiesta de Año Nuevo con el mandatario.
Con la llegada del nuevo año, la relación entre Perón y Rivas se hizo más estrecha, tanto así que la joven asistía de forma cotidiana a la residencia del presidente. Almorzaban y cenaban juntos, la adolescente cuidada los perros del presidente y en la noche era llevada a su casa por un chofer.
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La confianza era tal que Rivas se llevaba a uno de los perros a su casa. Esto causó que el otro can, al quedarse solo, llorase por las noches. Es así que ‘Nelly’ pidió a sus padres que le dejasen mudarse a la residencia presidencial.
La primera aparición juntos fue en marzo de 1954, durante la inauguración de un festival cinematográfico. En sus memorias, Rivas dio mayores detalles sobre su relación con el entonces presidente.
“Durante los primeros días, la relación entre Perón y yo fue de padre e hija. De pronto, sin darnos cuenta, la atracción mutua nos venció. Sucedió inesperadamente”, señaló.
Ya exiliado, Perón se refirió al tema en una conferencia de prensa, “Esa señorita era una niña que concurría como muchas otras a la UES. Es una criatura. Como hombre solo la vi como lo que es: una nena. Pueden tener la seguridad que no transgredí códigos morales”, indicó.
Perón y ‘Nelly’ se vieron por penúltima vez el 19 de setiembre de 1955. Antes de ser derrocado, el presidente llegó a la residencia, la besó y se despidió. Este episodio dio inicio a una serie de juicios que atormentó a la familia de la menor.
Los nuevos dirigentes del país usaron el episodio entre Perón y Rivas como un arma contra el exiliado presidente. Con el expresidente fuera de Argentina, ‘Nelly’ y su familia fueron presa fácil para el nuevo régimen.
El Tribunal de Honor del Ejército le abrió un proceso a Perón. En dicho proceso la menor tuvo atestiguar bajo coacción de los jueces militares. En tanto, por la vía civil, al expresidente se le abrió un expediente por estupro.
Los padres de Nélida fueron acusados de complicidad y juzgados por delitos contra la integridad sexual. El gobierno militar señaló que por este motivo la joven no estaba segura con sus progenitores por lo que en mayo de 1956 fue internada en el Asilo San José.
En dicho lugar estuvo recluida por 218 días. En julio de ese mismo año su padre fue apresado en la cárcel Villa Devoto mientras que su madre en el Asilo Correccional de Mujeres.
En noviembre todos fueron puestos en libertad. Sin embargo en abril de 1960 condenó a los padres de Nélida a tres años de prisión como autores del delito de estupro. Ante ello, los acusados se mantuvieron prófugos hasta que los delitos prescribieron en marzo de 1965.
Perón y ‘Nelly’ se reencontrarían en diciembre de 1973, cuando se dio el retorno a la presidencia del primero. Según contó Rivas, el mandatario le preguntó en qué podía ayudar “porque tu comprendes que es la última vez que nos vemos”. El presidente murió en funciones el 1 de julio de 1974 sin haber sido condenado por el delito que cometió.
Si eres o conoces a alguien que ha sido afectada o involucrada en hechos de violencia familiar o sexual, comunícate de manera gratuita a la Línea 100 del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, que cuenta con un equipo especializado en “brindar información, orientación y soporte emocional”.
Además, la Línea 100 tiene la facultad de derivar los casos de violencia familiar o sexual más graves a los Centros de Emergencia Mujer o al Servicio de Atención Urgente. Este servicio atiende las 24 horas, todos los días del año (incluye feriados).