
La rapidez y el alcance de estas acciones, que en algunos casos penalizan faltas menores o incluso la participación política, han generado desconcierto y alarma entre los estudiantes inmigrantes. Un caso emblemático fue la decisión del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de retirar a Harvard la autorización para matricular estudiantes extranjeros, argumentando que la universidad ofrecía un entorno inseguro y mantenía supuestos vínculos con el Partido Comunista Chino. Esta medida, que fue suspendida temporalmente por un juez federal, afectó a cerca de 6.800 estudiantes que, de no trasladarse a otra institución, corrían el riesgo de perder su estatus migratorio.
Ante este panorama, es crucial que los estudiantes inmigrantes conozcan sus derechos y deberes, además de los recursos disponibles para proteger su situación legal. Mantener su información actualizada en el sistema SEVIS, cumplir con las normativas locales, evitar incidentes legales y buscar asesoría profesional especializada son pasos esenciales para enfrentar este entorno incierto.
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En la administración Trump, se intensificó el uso de bases de datos como SEVIS para rastrear y cancelar visas de estudiantes inmigrantes, muchas veces sin previo aviso. Esta práctica ha dejado a miles de estudiantes en situación irregular, enfrentando procesos de deportación, incluso por faltas menores, como infracciones de tránsito. A ello se suma un aumento en la vigilancia de la actividad política y de las publicaciones en redes sociales, lo que ha generado temor entre quienes desean expresarse o participar en manifestaciones, por miedo a posibles represalias.
En este contexto, es fundamental que los estudiantes inmigrantes mantengan su documentación en regla y cumplan rigurosamente con las normativas migratorias y las leyes locales. Si se ven involucrados en una detención, es esencial conocer sus derechos: pueden solicitar la identificación de los agentes, guardar silencio hasta contar con representación legal y buscar asesoría especializada de inmediato para asegurar que se respeten las garantías del debido proceso.
Las universidades en Estados Unidos suelen disponer de oficinas especializadas en atender a estudiantes inmigrantes, donde se brinda asesoría sobre temas migratorios como la obtención y renovación de visas, así como otros trámites relacionados. Además, hay organizaciones como la ACLU y el Centro Nacional de Justicia para Inmigrantes que ofrecen respaldo legal y defensa para quienes enfrentan dificultades en su estatus migratorio, proporcionando una red de apoyo clave en momentos de incertidumbre.
Para proteger su situación migratoria, se aconseja a los estudiantes mantener al día su registro en el sistema SEVIS, notificar cualquier modificación en su dirección o en su programa de estudios, y evitar salidas del país sin consultar previamente con su oficial designado. También es importante llevar siempre la documentación migratoria, tener a la mano contactos de emergencia y preparar un plan de acción en caso de enfrentar una detención. Pese al clima restrictivo, expertos destacan que Estados Unidos continúa siendo un destino académico de alto valor, y muchas de las políticas más duras están siendo desafiadas en los tribunales, lo que brinda un margen de esperanza a los estudiantes afectados.

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